Noviembre 2009 • Año VIII
#19
La opinión ilustrada

Sociedad del espectáculo: solo existe lo que se ve

Paula Sibila

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XI Jornadas Anuales de la EOL Rosario

Para la investigadora Paula Sibilia, la popularidad de las redes sociales como Facebook, MySpace, Orkut y Twitter se justifica por el deseo de las personas de estar visibles para los otros."

En la opinión de la profesora del Departamento de Estudios Culturales y Medios de la Universidad Federal Fluminense (UFF) Paula Sibilia, las redes sociales como Facebook, Twitter y MySpace son "compatibles con las habilidades que el mundo contemporáneo solicita de todos nosotros con creciente insistencia". Según ella, esas herramientas sirven para dos propósitos fundamentales. "En primer lugar, ellas ayudan a construir el propio ‘yo’, o sea, sirven para que cada usuario se auto-construya en la visibilidad de las pantallas. Además, son instrumentos útiles para que cada uno pueda relacionarse con los otros, usando los mismos recursos audiovisuales e interactivos", explica.

En entrevista concedida por e-mail a la IHU On-Line, Paula Sibilia reflexiona sobre los cambios de comportamiento de la sociedad contemporánea y afirma que "cambiaron las premisas a partir de las cuales edificamos el yo". En la actual sociedad del espectáculo, continúa, "si queremos ‘ser alguien’, tenemos que exhibir permanentemente aquello que supuestamente somos". Y dispara: "Esos son los valores que se han desarrollado intensamente en los últimos tiempos, una época en la cual, por diversos motivos, se debilitaron nuestras creencias en todo aquello que no se ve, en todo aquello que permanece oculto."

Paula Sibilia es graduada en Ciencias de la Comunicación, por la Universidad de Buenos Aires (UBA), master en la misma área, por la Universidad Federal Fluminense (UFF), y doctora en Salud Colectiva, por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UFRJ). Actualmente, es profesora en el Departamento de Estudios Culturales y Medios de la Universidad Federal Fluminense (UFF). Entre sus obras, citamos El hombre pos-orgánico: cuerpo, subjetividad y tecnologías digitales (Río de Janeiro: Relume Dumará, 2002) y El show del yo (Río de Janeiro: Nova Fronteira, 2008). En 2008, participó del Simposio Internacional ¿Una sociedad pos-humana? posibilidades y límites de las nanotecnologias, realizado por el Instituto Humanitas Unisinos – IHU.

 

Entrevista

¿Que revelan sobre la sociedad contemporánea, las redes sociales como Facebook, Orkut, Twitter y Myspace?
Paula Sibilia
- Estas nuevas herramientas, que aparecieron en los últimos años y de repente se tornaron tan populares, sirven para dos propósitos fundamentales. En primer lugar, ayudan a construir el propio "yo", o sea, sirven para que cada usuario se auto-construya en la visibilidad de las pantallas. Además, son instrumentos útiles para que cada uno pueda relacionarse con los otros, usando los mismos recursos audiovisuales e interactivos.

Por eso, tanto las redes sociales como Orkut, Facebook, Twitter o MySpace como los blogs, fotologs, YouTube y otros canales de ese tipo que hoy proliferan en la Internet son perfectamente compatibles con las habilidades que el mundo contemporáneo solicita, con insistencia creciente, de todos nosotros. Y una de esas capacidades que tanto se estimula para que desarrollemos es, precisamente, la de "espectacularizar" nuestra personalidad. ¿Que significa eso? Volvernos visibles, hacer del propio "yo" un show.

Este fenómeno responde a una serie de transformaciones que han ocurrido en las últimas décadas, que envuelven un conjunto extremadamente complejo de factores económicos, políticos y socioculturales, que convirtieron el mundo en un escenario donde todos debemos mostrarnos. Si queremos "ser alguien", precisamos exhibir permanentemente aquello que supuestamente somos. En los últimos años, por lo tanto, han cristalizado una serie de transformaciones profundas en las creencias y valores en los cuales se basan nuestros modos de vida y la "espectacularización del yo" forma parte de esa trama.

¿Qué nuevos modelos de relaciones se configuran a través de las redes sociales? Usted cree que las relaciones adquieren un nuevo sentido?
Paula Sibilia
- Una de las manifestaciones de esa mutación que ha ocurrido en la sociedad contemporánea es el derrumbe de las fronteras que solían separar el ámbito privado y el espacio público, y que constituían un ingrediente fundamental del modo de vida moderno. Entonces, junto con esos cambios que se concretaron en los últimos años, también se reconfiguró la manera de construirnos como sujetos.

Cambiaron las premisas a partir de las cuales edificamos el yo, y eso sucedió porque también se transformaron nuestras ambiciones y nuestros horizontes. Por lo tanto, no se modificaron apenas las formas de relacionarnos con nosotros, con el propio "yo", sino también las relaciones con los otros. Herramientas como el Facebook o el Orkut cayeron como un guante en ese nuevo universo: son extremadamente útiles para realizar esas nuevas metas.

Porque en la actual "sociedad del espectáculo" solo existe lo que se ve. Por lo tanto, si algo (o alguien) no se expone en las pantallas globales, si no está a la vista de todos — bajo los flash de los paparazzi o, por lo menos, bajo la lente de una modesta webcam casera —, entonces nada garantiza que realmente exista. Esos son los valores que se han desarrollado intensamente en los últimos tiempos, una época en la cual, por diversos motivos, se debilitaron nuestras creencias en todo aquello que no se ve, en todo aquello que permanece oculto. "La belleza interior" seria un ejemplo. Mientras tanto, de forma paralela y complementar, se exacerbaron-nuestras creencias en el valor de las imágenes, en la importancia de la visibilidad y de la celebridad como fines en si mismos, como metas auto-justificables, a las que se supone que todos deberíamos aspirar.

¿A partir de esas redes sociales, como usted describe nuestro actual modelo de vida?
Paula Sibilia
- Hay una necesidad de mostrarse constantemente, que se exacerba por todas partes, aunque no tengamos nada muy importante para mostrar o para decir. Los canales interactivos de la Web 2.0 permiten hacer eso a voluntad, fácilmente y con bajos costos, de un modo todavía más eficaz que los medios de comunicación tradicionales. Porque esas nuevas herramientas "democratizaron" el acceso a la fama y a la visibilidad.

Pero el Orkut y el Facebook no surgieron de la nada. Por el contrario, las redes sociales aparecieron sobre un terreno que ya estaba muy bien sedimentado para que esas prácticas pudieran florecer. En los últimos años, aprendimos a estar conectados todo el tiempo. Utilizando las más diversas herramientas tecnológicas (celulares, e-mail, GPS, etc.), aprendimos a estar siempre disponibles y potencialmente en contacto. Creo que todo eso está dando cuenta de un fuerte deseo de estar a la vista de los otros, de que seamos observados, aunque sea apenas para confirmar que estamos vivos. Para que constatemos que somos "alguien", que existimos. Sin duda, entre varias otras cosas, hay mucha soledad y vacío por detrás de todo esto.

¿El concepto de intimidad conocido hasta el momento es alterado a partir de programas como Facebook, Twitter, Orkut?
Paula Sibilia
– En este momento, cuando tantas imágenes y relatos supuestamente "íntimos" están públicamente disponibles, es evidente que la intimidad ha dejado de ser lo que era. En los viejos tiempos modernos, aquellos que brillaron a lo largo del siglo XIX y durante buena parte del XX, cada uno debía resguardar su propia privacidad de cualquier intromisión ajena. Eso no se conseguía simplemente gracias a las gruesas paredes y puertas cerradas del hogar, sino también mediante todos los rigores y pudores de la antigua moral burguesa.

Ahora, en lugar de eso, la intimidad se ha convertido en un escenario en el cual todos debemos montar el espectáculo de aquello que somos. Y ese show del yo precisa ser visible, porque si esos pequeños espectáculos intimistas se mantuvieran dentro de los límites de la vieja privacidad —aquella que era oculta y secreta por definición— nadie podría verlos y, entonces, correrían el riesgo de no existir.

Es por eso que hoy se torna tan imperiosa esa necesidad de hacer público algo que, no mucho tiempo atrás y por definición, se suponía que debía permanecer protegido en el silencio de lo privado. Porque cambiaron los modos de construirse el "yo" y cambiaron también los cimientos sobre los cuales se sostiene ese complejo edificio.

Por eso, si las prácticas que eran habituales en aquellos tiempos (como el diario íntimo y la correspondencia epistolar) buscaban sumergirse en lo más oscuro de si mismo para tener acceso a las propias verdades, con estas costumbres nuevas la meta es otra y bien diferente. En el Orkut o en el Facebook, es evidente que lo que se persigue es la visibilidad y, en cierto sentido, también la celebridad. Ambas como fines auto-justificados y como metas finales, no como un medio para conseguir alguna otra cosa ni como una consecuencia de algo mayor.

¿Que futuro usted vislumbra a partir de esas redes sociales en internet? ¿La sociedad tiende a cambiar todavía más sus hábitos y comportamientos?
Paula Sibilia
- Sobre el futuro, feliz o infelizmente, es poco lo que puedo decir. Sin embargo creo que ya seria posible hacer algunas evaluaciones sobre las implicaciones de estas novedades. Por un lado, estamos perdiendo la posibilidad de refugiarnos en todo aquel equipaje de la propia interioridad, que ofrecía una especie de anclaje o un puerto seguro para cada sujeto, que protegía su "yo" contra las inclemencias del mundo exterior y contra el infierno representado por los otros.

Por otro lado, claro que también ganamos algunas cosas: una liberación de aquella prisión "interior", al desintegrarse esa condenación a ser "tu mismo", aquella obligación de permanecer fiel a la interioridad oculta, densa y muchas veces terrible que amordazaba los sujetos modernos.

Otro problema que surge con estas novedades, sin embargo, es que los tentáculos del mercado se desarrollaron de un modo que habría sido impensable algunas décadas atrás, y que hoy llegan a tocar todos los ámbitos. Ahora, en los inicios del siglo XXI, tanto las personalidades como los cuerpos pueden convertirse en mercancías que se compran, se alquilan, se venden y después se tiran a la basura.

En una sociedad tan espectacularizada como la nuestra, la imagen que proyecta el "yo" es el capital más valioso que posee cada sujeto. Pero es preciso tener la habilidad necesaria para administrar ese tesoro, como si fuera una marca capaz de destacarse en el competitivo mercado actual de las apariencias. Hoy, el espíritu empresarial contamina todas las instituciones y se impregna en todos los ámbitos, inclusive en los más "íntimos" y recónditos, y el mercado ofrece soluciones para cualquier necesidad o deseo. Además, siempre será posible (e inclusive deseable) cambiar de "perfil", actualizando las informaciones personales o alterando sus definiciones para mejorar la cotización de lo que se es. Ya sea esto en los mismos Orkut o Facebook, o entonces migrando para un nuevo sistema presentado como superior que el anterior, más actual y dinámico que aquellos, cuyo surgimiento y cuyo suceso potencial no cesan de ser anunciados.

Agradecemos a Marcela Antelo el acercarnos esta entrevista, a Paula Sibilia su amable autorización para su publicación, y a Pablo Sauce por la traducción de la misma.

Paula Sibilia ya concedió otras entrevistas a la IHU On-Line. El material está disponible en el sitio del IHU (www.unisinos.br/ihu).

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