Agosto 2006 • Año V
#15
Misceláneas

Consecuencias de la genética y la pulsión en el abuso, el acoso y el maltrato

Astrid Álvarez de la Roche

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Fuego

"Pagarás el precio de tu elección, porque dependiendo de eso que escojas para hacer con el vacío (por estructura), recibirás tus posibles e imposibles, habrá tus contingencias y necesidades".

A partir del artículo del NYT[1], y en concordancia con mi interés sobre temas como abuso, maltrato y acoso (en niños, adolescentes y adultos, en contextos familiares, laborales, entre otros), y en conexión con la perspectiva del trauma desde el psicoanálisis y en relación con otras disciplinas:

 

Hay un hueco, ¿sí o no?

Lo sabemos, lo saben ustedes, en ocasiones cuando son llevados a la experiencia de que no hay respuesta terminada y total a una pregunta determinada. No se trata solamente de que el sentido esté por construir. En ciertos casos queda relevada la situación de estructura: que aún el sentido (a veces por él mismo) existe un estado, un punto inamovible de sin razón, de incognoscible, en el mundo, en la subjetividad, o mejor, en el mundo de la subjetividad.

Entonces, ciencia y psicoanálisis lo saben: hay un hueco. La canción decía, "hay un hoyo", digamos que sí.

¿Qué diferencia entonces lo que dice el psicoanálisis de lo que apuntan otras disciplinas? En su raíz, nada. Todo depende del significante que se elija para tapar el hueco, el vacío. Y si somos fieles a la apuesta lacaniana sobre el significante, el padre puede ser cualquiera, el síntoma lo construye cada quien.

Sin embargo, no podemos decir que somos inocentes acerca de las consecuencias de dicha elección. El psicoanalista lo sabe. Es decir, si escogiste "el gen" para explicar el universo humano (la respuesta de un ser humano frente al abuso sexual, por ejemplo) lo que se sostiene allí es distinto a ubicar que en el fondo, sobre el vacío, lo que hay es un trauma subjetivado, edificado, el de cada uno, no universal y eficaz.

Si se le pregunta al sujeto de la genética tal vez pueda confesar, en la intimidad de una entrevista, en la sala y al calor de la chimenea, que efectivamente tal vez no se encuentre ese gen que explique Todo lo humano. Por eso gana terreno la cuestión de la interrelación genes–ambiente (GxE, Genes and Environment) en estas teorías. Allí, en la explicación de la resiliencia (resilience, que puede traducirse también como resistencia), entra por ejemplo la relación del niño con la madre y/o cuidadores (a veces Otro, en otras ocasiones otro), su deprivación o presencia, entre otras cosas. Sin embargo, en su trabajo y como ciudadano del mundo, este científico seguirá en busca del Gen Final. Es su escogencia, es su apuesta de paraíso al final del camino. Con eso vive, de eso le llegarán consecuencias a su vida.

Una analista sabe que eso no hay. Con eso, vacío y vaciado, en la experiencia, hay que hacer. ¿Qué de la vida, del porvenir? ¿Trauma al comienzo, trauma al final? ¡No! Así no vive nadie, imposible. Entonces, de acuerdo al recorrido del sujeto, elige sobre la ausencia (lo subrayo). La consecuencia, en su trabajo, es que sabe que de entrada la apuesta está perdida, en el sentido de ese "quebrarse la espalda" que ubicábamos del lado del genetista. No nos "partimos el lomo" por El significante de los Significantes, tampoco invitamos a alguien a que lo haga, aún en nombre de lo Real (que podría ser ese significante Universal).

En la teoría, hay Conceptos Fundamentales, de acuerdo. Son una elección, una escogencia. Por ejemplo, la pulsión. Ojo, no es La Pulsión, eso sería instinto. La delicadeza, que no es mera cortesía, de ponerle "parcial", por parte de nuestro respetado Freud, es fundamental. Marca, de manera ejemplar, la clave de lo que consideramos concepto base del psicoanálisis lacaniano, articulación política ("pura"), que en sueños se eleva a la frase–reproche que toma al sujeto del brazo: "Padre, ¿entonces no ves que me abraso?"[2]. Eso, eso es lo que atraviesa y hace la diferencia. Nuestro amigo, caro amigo, el genetista, podrá soñar con el padre así, pero la frase no será más que posible desequilibrio cerebral, imágenes escaneables, con conexión a alelos, DNA y proteínas. Para nosotros es, irremediablemente, respuesta de (por) la pulsión… parcial.

NOTAS

  1. April 30, 2006; A Question of Resilience; By Emily Bazelon, extraído en mayo 1 de 2006 de The New York Times.
  2. Freud, S. (1900) La interpretación de los sueños, capítulo VII, "Sobre la psicología de los procesos oníricos". O. C. Amorrortu (2004), Volumen V, p. 504.
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