Marzo 2004 • Año III
#9
Destacados

Variante de la neutralidad analítica

Adriana Luka

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José Antonio Berni
La Cartoucherie
París, 1985

Siguiendo el debate actual en el seno de la AMP se indaga el concepto de Neutralidad analítica describiendo sus distintas variantes y poniéndolo en tensión con el término Indifferenz introducido originalmente por Freud. Un caso clínico y un ejemplo del ámbito jurídico sirven también para reflexionar acerca del principio de neutralidad analítica en su diferencia con el principio jurídico de imparcialidad-objetividad.

Marco Focchi en un artículo titulado "Standard y objetivación", que circuló por los Papers de la Escuela Una No. 2, dice que Freud nunca usó el concepto de neutralidad, sino que usó el término Indifferenz, que servía de freno a la contratransferencia.

El término Indifferenz fue traducido por Strachey como neutrality: "emblema de la actitud de desapego del analista, de un observador externo no implicado en los conflictos del paciente".

Focchi por otra parte sostiene que el observador objetivante de la ciencia y el observador desapegado de los conflictos se fundan en el concepto de neutralidad.

El término Indifferenz figura en "Observaciones sobre el amor de transferencia" y tanto en Strachey como en López Ballesteros figura como indiferencia.

Con indiferencia se refiere a no responder a los sentimientos tiernos de los pacientes dice "no es lícito desmentir la indiferencia que mediante el sofrenamiento de la contra- transferencia uno ha adquirido" y termina diciendo que la cura debe realizarse en abstinencia, es decir queda ligado a este principio y es el que trascendió.

Otros datos. En el diccionario etimológico de palabras extranjeras hay un dato interesante y que retoma lo planteado por Graciela Brodsky quien situó "el más allá de la neutralidad" como "tomar partido"

Encontramos que :Indifferenz es un adjetivo que se tomó del latín en el siglo XVII in-differens.

Una de sus acepciones es teilnahmslos que viene de teinehmen que es "tomar parte, participar, mientras que teinahmslos es "sin tomar parte" (la partícula los es la que cambia el sentido) "sin participar"

En esta búsqueda sobre el tema me encontré con unos párrafos del curso Transferencia y repetición, de Eric Laurent -publicado por Atuel-donde habla de "indiferencia

del objeto". Dice que el analista está en indiferencia con respecto al objeto y que esta indiferencia es una variante de la neutralidad analítica.

Cito "el analista está en indiferencia con respecto al objeto pero no está en la indiferencia respecto a su deseo de analista o al deseo del analista."

Sabemos de la relación del más allá de la neutralidad y la llamada vacilación calculada de la neutralidad en relación al deseo del analista ,vacilación que vía el cálculo del analista tiene estatuto de interpretación.

La neutralidad oculta la presencia del deseo como tal es lo que plantea Lacan en el Seminario XI.

Laurent dice que la indiferencia del objeto quiere decir que aunque no haya entre dos personas un lazo pasional propiamente dicho, hay señalamiento de identificación.

Esta indiferencia es la que permite la identificación histérica.

El analista al final de su análisis, dice Lacan , debe tener respecto a su objeto una relación análoga ( no la misma ) a la que permite la identificación histérica, aclarando sin embargo que si algunos analistas practican desde la identificación histérica eso da cuenta de lo poco que les ha quedado sus análisis, pero eso sí, saben comprender los fantasmas de sus pacientes, y no se trata de eso.

Aunque "sólo de un modo histérico se puede formular la pregunta por el deseo, incluso en alguien que sólo en alguna ocasión y de un modo latente puede ser histérico". Siguiendo con esta argumentación y lo que plantea Lacan al final del S.8 - es la referencia que toma Laurent- que, para el analista no hay un objeto que valga más que otro y, siendo éste el duelo alrededor del cual se centra el deseo del analista, me pregunto: ¿si indiferencia respecto del objeto es una variable de la neutralidad ,el practicar desde la identificación histérica, no sería un ir más allá de la neutralidad sin pasar por la neutralidad o como se dice sin servirse de la neutralidad? Lo pensé como una variable por lo negativo.

Por otra parte J-A Miller en el Seminario sobre "Transferencias negativa" dictado en Madrid dice que quizás se pueda considerar a la indiferencia junto con el amor y el odio como otra pasión del ser, y agrega que Lacan en el seminario Aún hace una confesión personal cuando dice que su pasión no es el amor ni el odio sino el desprecio (aquí quedan homologados los términos), el desprecio como cierto olvido del Otro. Entonces nuevo interrogante ¿si del lado del analizante la indiferencia es ausencia de transferencia ( pues tanto del lado del amor como del odio el $ ubica el objeto en el Otro), del lado del analista que no debe apasionarse, podemos ubicar la indiferencia como ese olvido del Otro, de su dependencia como resultado de un análisis?, me remito al deseo del analista como deseo inédito y de ningún Otro, situando ciertos momentos de interés como semblante en el dispositivo?

Voy a intentar ahora, con dos ejemplos, uno que responde al ámbito jurídico y otro a mi práctica analítica hacer un paralelo entre el principio de la neutralidad analítica y el principio de imparcialidad-objetividad en el proceso jurídico penal.

Recordemos que objetividad deriva de objetivo, una de cuyas acepciones es desapasionado.

Lacan en el Seminario XVII dice que "el único sentido que se puede dar a neutralidad analítica es no participar de las pasiones" . - Igual sentido tiene para los jueces. Hay un artículo en el código procesal penal de la provincia (el art.47) cuyo Inc. 13 dice que "un juez es recusado o deberá excusarse de una causa cuando mediaren circunstancias que por su gravedad afecten su independencia e imparcialidad." Esas circunstancias pueden ser, que pariente o familiar, tener algún interés particular, etc.

Las normas del proceso penal responden a lo que se clasifica como tipología cerrada o rígida, es decir que no son laxas a la interpretación, deben cumplirse tal cual, a diferencia del proceso civil cuya tipología se denomina abierta, es decir que puede interpretarse.

Se trata del caso de un joven acusado por el delito de robo con armas. El hecho de portar armas es índice de gravedad y de acuerdo al código penal el detenido no es excarcelable bajo ningún tipo de caución o fianza.

La jueza que atiende esta causa, puedo decir "toma partido" ya que decide ir más allá de la pura objetividad al considerar, luego de estudiar los escritos presentados, los informes ambientales y familiares y haber observado entrevistas por cámara de Gesell, que las características de personalidad, no violenta del joven, lo hacían merecedor de una excepción, por lo que decide otorgarle la libertad vigilada -mientras continúa el proceso penal- por evaluar que la cárcel, para este sujeto tendría consecuencias de un daño irreversible. La jueza por este acto rompe con la objetividad, hizo un cálculo respecto del efecto negativo que la aplicación de la norma tenía en este caso y decidió ir más allá de la pura objetividad como principio de su función y decide otra cosa, que, ni es la cárcel ni la libertad, sino la libertad vigilada, mientras dura el proceso. Aquí me remito a lo que también estuvimos viendo respecto del ni - ni de la neutralidad analítica pero que con Lacan toma otro valor. (ej. ni yo, ni $ sino a)

El otro caso es de mi práctica y del que sólo tomaré un aspecto en aras de esta presentación. Se trata de un paciente joven, con varios años de un análisis comprometido y con efectos, que decide perfeccionarse con un master en el exterior, en una carrera que pudo finalizar luego de no pocos obstáculos subjetivos, razón por la cual el análisis queda interrumpido.

Uno de los rasgos de este análisis es que el mantenimiento de la neutralidad analítica en el sentido más freudiano y lacaniano del término se le hacía imperioso para él.

Es así como ante cualquier dato mío o situación que me colocara en otro lugar o alguna vacilación, hacía trastabillar un análisis que marchaba en esas condiciones. Debo aclarar que era un análisis con fuerte apuesta e implicación subjetiva.

Angustia y alocamiento imaginario aparecían cada vez que por alguna circunstancia se podía enterar de algún dato personal mío.

Nada quería saber de su analista porque un analista "no es ni un amigo, ni un familiar", un ni -ni pero sí una función, sí como objeto en el en el discurso analítico, podemos agregar nosotros, es decir que si bien hacía honor a la estructura del dispositivo analítico se trataba de algo más, pues esa función está encarnada en la persona del analista.

Cito a Laurent: "el analista debe haber alcanzado el punto en que allí donde está el lugar de la angustia, sepa reconocer el campo del deseo, extraer esa función para allanar los caminos del deseo a un sujeto, cualquiera sean las formas barrocas que hayan podido asumir para él en el curso de las aventuras (fantasmáticas) que fueron las suyas."

Es por eso que decido mantener por el tiempo que fuese necesario ese semblante de neutralidad e ir evaluando como se tramitaba lo que era propio de su neurosis de transferencia y que respondía a un fantasma de trasgresión - favorecido por su entorno- que no le permitía liberar, fuera de los límites de ese marco fantasmático, el deseo que, se le tornaba de "alto riesgo" por los que exageraba el marco analítico.

Una sesión antes de su partida le ofrezco mi mail; si quería lo podía usar.

A la sesión siguiente, ya la última, comenta que lo había emocionado y conmovido mi ofrecimiento pero que se descolocó frente al mismo (o me descoloque para el).

La angustia frente al deseo del Otro, nuevamente se hacía presente y aún en la distancia trato de mantener lejos.

De hecho durante un año no pudo usar el mail, pues "no sabía como relacionarse conmigo fuera de su análisis" y del esquema que durante casi 6 años había tenido, a pesar de tener muy presente lo trabajado en sesión en especial en los momentos difíciles que había tenido que atravesar. Me comunica luego de un extenso mail que por ahora no regresa pues tiene interesantes propuestas de trabajo. Sólo, dice, "le falta su analista para que todo sea perfecto"

NOTAS

  1. Estos párrafos despertaron mi interés motivo por el cual que recurrí a la obra de Freud en alemán gracias a mi colega Gabriela Salomón, quien me facilitó los datos que necesitaba.
El Caldero Online Cuatro+Uno EntreLibros
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