Agosto 2006 • Año V
#15
Misceláneas

Padres de familia

Marcelo Olmedo

Bajar este artículo en PDF

Mata a tus hijos, inventa una guerra

La relación entre el padre y el capitalismo va a ir cambiando en las distintas épocas; lo que afectó a la familia y al campo social hasta llegar a la actualidad se enmarca en una idea que el padre no regula la familia ni la sociedad, por lo tanto preguntarse ¿qué pasa con el padre hoy? es una pregunta que nos afecta como sujetos y como psicoanalistas.

Como psicoanalistas, situamos al padre como aquel del que hay que servirse para ir más allá de él. Justamente por eso, en esta época en que el padre está en retirada, esto interroga el porvenir del psicoanálisis mismo.

El tiempo de Freud era también muy convulsionado, dado que en esa época, esa sociedad tuvo que atravesar momentos de expansión y de depresión económica. El capitalismo se basaba en que Europa sentaba las bases para una economía mundializada- mundialización; las mercaderías tenían un precio único mundial. Es en este mundo de esplendor científico y mercantilista que nace el psicoanálisis, producto del encuentro entre Freud y la histeria. Podríamos llamar a este tiempo "la era del padre": la posibilidad de acceso a un goce normal para el sujeto estaba dado por la manera en que el padre lo organizaba en términos de virilidad y virginidad.

El sujeto que construye Freud tiene un precio a pagar que es la prohibición del incesto. Recordemos la "Carta a Fliess" del 31/05/1887, cuando enuncia, cito:

"El incesto es antisocial y la cultura consiste en la progresiva renuncia a él".

Este es el punto donde Freud está de acuerdo con la cultura, ya que el sujeto freudiano debe renunciar al goce incestuoso vía la prohibición. Freud, aunque está de acuerdo con la cultura, desde otro punto de vista también debate con ella en defensa del sujeto. Así en 1898, en el texto "Etiología de la Neurosis" dirá que es lícito responsabilizar a nuestra cultura por la propagación de la neurastenia. Esto es algo que ocupa constantemente a Freud, es decir, la oposición entre cultura y sexualidad.

Voy a ubicar los tres usos que hace Freud del padre para ubicarse en la época que le tocó vivir, el primero está planteado en 1908 cuando escribe "La moral sexual cultural y la nerviosidad moderna", donde por un lado, va a hacer una lectura de los acontecimientos sociales producidos en su época y por otro lado va a pensar el psicoanálisis desde la moral y la medicina. Es en este punto que Freud a partir de pensar el lugar del padre en su época, lo ubica como causa de la nerviosidad moderna en esa pretensión del sujeto, cito:

"De haber querido ser algo más de lo que consentía el origen familiar".

Freud, afirma, entonces, que pese a los avances de la ciencia y de la técnica, esto no alcanza para liberarse del padre como garante sexual. La moral exige la abstinencia sexual por fuera del matrimonio, lo que producía un conflicto entre el deseo y el deber. Este conflicto lleva al sujeto a buscar amparo en la neurosis y será precisamente el psicoanálisis, quien le dé un lugar privilegiado a este conflicto.

El segundo uso que Freud hace del padre, es en el año 1921, cuando escribe "Psicología de las masas y análisis del yo". Es un texto interesante que formaliza la existencia del Otro en tanto modelo, enemigo y rival. Formas de lazo al Otro que, dice Freud, tienen su origen en la familia patriarcal. Freud va a ubicar, entonces, una solución de enlace entre el sujeto y el Otro, por la vía de la identificación al padre.

Bien, y ¿que decía Freud a propósito de la identificación, en el capítulo VII de "Psicología de las masas y análisis del yo"? Freud dirá que la identificación primaria es al padre por incorporación, por amor al padre y que la segunda identificación es al rasgo; para él lo curioso es que este rasgo puede ser tomado tanto de la persona amada como de la odiada y da el ejemplo de una chica que puede identificarse con la madre odiada. La tercera identificación, que es sin objeto, es la identificación histérica, y Freud nos da el ejemplo de las niñas del internado.

Éric Laurent en el artículo titulado "La ética del Psicoanálisis hoy" que está publicado en la revista Freudiana Nº 23, formula que al leer esta primera identificación con la segunda, se podría decir que la identificación con el padre, es más bien la identificación con el Nombre del Padre, al que Freud formula como un rasgo del padre. En "Psicología de las masas y análisis del yo" Freud deja, entonces, establecida, la contribución del padre a la estructuración del Otro social. Para él no hay un Otro social posible sin el auxilio del padre, dado que el padre es quien pone en juego la conciencia moral y por lo tanto, impide el exceso de agresividad que se produce entre los sujetos cuando no está el padre para acotarla. Ahora bien ¿cuál es el tercer uso que hace Freud del padre? Este tercer uso lo podemos ubicar en el texto de 1930 "El malestar en la cultura" donde nos habla del sentimiento de culpa como el problema más crucial del desarrollo cultural. De allí nacen, la fuente de la moral y las necesidades religiosas, que tienen su origen en el desvalimiento infantil frente al poder del destino, desvalimiento que será conservado en la vida adulta.

El sentimiento de culpa, por otra parte, es para Freud el motor que puede llevar al sujeto al aislamiento, es decir, a mantenerse alejado de los otros, como un modo de protección inmediata contra la pena que le depare la sociedad de los hombres. Freud va ubicando las salidas para el sujeto en una cultura deficitaria, para las aspiraciones de su libertad.

Otra salida que ubica Freud a la crisis que se da entre cultura y sujeto, es que este se destaque como miembro de una comunidad al dominar la naturaleza y trabajar para la dicha de todos.

La conclusión a la que arriba Freud al final del texto, es que la comunidad global reemplaza al padre, en tanto el sentimiento de culpa social tiene su fuente en el Complejo de Edipo, pero también ubica una cierta crisis del padre y una crisis del capitalismo en tanto el padre sería quien intente impedir la agresión, pero que no puede detenerla, cito:

"Nuestra civilización merece un particular interés. Han llevado adelante los hombres tal dominio de la naturaleza que les sería imposible no exterminarse los unos a los otros".

Ahora bien, ¿cual es el uso que hace Lacan del padre? A la altura de El Seminario 17 El Reverso del Psicoanálisis, ─que es un seminario que trabaja exhaustivamente la relación entre el padre y el capitalismo─ Lacan va a leer los textos "Psicología de las masas y análisis del yo" y "El malestar en la cultura" junto a "Totem y Tabu". Es un momento en que Lacan trabajaba la caída del padre, y sus incidencias en lo social. La cuestión del reverso nos interesa especialmente porque Lacan trata de dar cuenta cual es el lugar que tiene el psicoanálisis en lo político. Recordemos que en los años 60’ la felicidad se convirtió en un factor de la política. ¿Qué quiere decir esto? En principio, se trata de la promesa de felicidad del amo moderno al sujeto, por la vía de los objetos de consumo. Hay un apartado de El Seminario 17, donde Lacan desarrolla el pasaje del Amo Antiguo al Amo Moderno. Allí nos dice, que el esclavo, en relación al amo antiguo, tenía un saber que se inscribía en la familia; en cambio, en el amo moderno, este saber se inscribe ya no en una familia, sino en una clase social. El esclavo moderno, de esta manera produce para el amo productos consumibles y esta es precisamente la felicidad que mantiene a mucha gente entretenida. Lacan dirá que estos productos consumibles son como imitaciones del plus de gozar.

Luego que Lacan defina la sociedad de consumo, hará un uso del padre freudiano para definir el concepto de reverso a partir del padre tirano de "Tótem y Tabú". La muerte del padre, el asesinato del padre, no nos libera de la ley. El centro de gravedad nietzscheano: "Dios ha muerto, entonces todo está permitido" se invierte para Lacan siendo: "Sí Dios ha muerto, entonces nada está permitido", dado que la muerte del padre no nos libera de la ley sino que la consolida. El padre muerto tiene la salvaguarda del goce y es lo que Lacan define como lo imposible, es decir, que es imposible que el padre este muerto y tenga la salvaguarda del goce.

Lacan busca, entonces, otra vía de resolución que es el complejo de castración. El complejo de castración es un efecto del lenguaje. El lenguaje separa el goce del cuerpo y de esa operación queda un resto: el plus de goce. Es decir, que se trata de una función simbólica que sólo se concibe como la operación del significante en el cuerpo, operación que se le adjudica al padre.

Lacan se pregunta entonces, en referencia al padre, cómo se explicaría de otro modo que aquel que todo el mundo sabe que trabaja para alimentar a su pequeña familia, en una sociedad que no le concede un gran papel, con todo, sigue teniendo aspectos esencialmente amables. Trabaja y quisiera ser amado, entonces se pregunta Lacan ¿qué lo convertiría en un tirano? Se entiende que es la incidencia del significante sobre el cuerpo lo que determina al padre, operatoria del lenguaje, dado que es la incidencia del significante sobre el cuerpo lo que determina al padre.

El capitalismo que lee Lacan, no le concede, entonces, al padre un gran papel. Lo reduce a un esclavo moderno que con su saber sobre el amo, produce estas imitaciones del plus de gozar: señuelos que gobiernan el mercado y que encontramos tras los cristales, en cada rincón de la ciudad.

El éxito del amo, para Lacan, es que explotados o no, los trabajadores, trabajan. Dice: "Nunca desde que la humanidad existe se ha concedido tanto honor al trabajo, Hasta se excluye la posibilidad de que no se trabaje".

Para terminar, el último punto que voy a tomar, es el capitalismo actual y la caída del padre, para pensar la incidencia que tuvo el psicoanálisis en el mundo actual.

J.-A. Miller en la clase 5 de su seminario "El lugar y el lazo" nos dice de qué se trata el "reverso" hoy. Para Lacan, la primera formalización del "reverso" era la felicidad como factor de la política. Miller agrega que en la actualidad la economía absorbió a la política.

Aflige, nos dice, a los psicoanalistas el modo en que el psicoanálisis penetró en el mundo. Miller conceptualiza la actualidad en lo que él denomina cinco axiomas contemporáneos. Voy a tomar, solo algunos, para situar la incidencia del psicoanálisis en el mundo actual.

1º Reconocimiento del deseo: se trata de manipular el deseo para traficarlo a favor de la demanda. Es decir, que el reconocimiento del deseo por parte del mercado implica que el objeto si bien causa el deseo al mismo tiempo sea este deseo traficado a favor de la demanda.

2º Derecho al goce: inscripción del goce en el registro del derecho.

3º No juzgarás: imperativo de pedirle al Otro que suspenda la censura. Lo que implica que no tenemos fundamentos para juzgar al Otro.

Cómo no ver allí, se pregunta Miller, el triunfo del análisis en tanto toda ética se autoriza a si misma.

Es en estos axiomas que encontramos que el psicoanalista, pese a haber sido uno de los parteros de este mundo, no se reconoce en él. El mundo actual desconcierta al psicoanálisis porque le dice sí al deseo, al goce, a la palabra y al sentido, pero hace un uso de los conceptos donde el psicoanálisis no se reconoce, y es este uso precisamente lo que aflige a los psicoanalistas

Quiero concluir ahora con la propuesta de Miller en Los inclasificables de la clínica analítica para ubicarnos frente a un mundo que produce una nueva variedad de síntomas. El propone allí al Nombre del padre como un síntoma mucho más banal que los síntomas modernos, un felpudo que no tiene el refinamiento de los síntomas actuales, es un padre al que hay que usar. No debemos olvidarnos que el padre puede ser mucho más instrumento que el síntoma más raro, aunque no tenga la bella vivacidad de los síntomas actuales, personales, donde se exalta la pasión del sí mismo.

* Clase dictada el 19 de mayo del 2006, en el contexto del Seminario del C.E.N.A.R.E.S.O, "La caída del padre" -Nuevos desafíos en la clínica-, directora: Mónica Biaggio.

El Caldero Online Cuatro+Uno EntreLibros
La Red PAUSA ICdeBA IOM2
EOL Wapol FAPOL Radio Lacan