Editorial
Mario Goldenberg
La hiancia infernal del inconsciente que abre el psicoanálisis, se sostiene en no utilizar el poder de sugestión que otorga la demanda; es la transferencia la que aparta de la pulsión, la demanda, y es el deseo del analista que reconduce la demanda a la pulsión. Atravesar el plano de la identificación, lleva al plano de lo que el síntoma tiene de pulsional fuera del sentido.
El psicoanálisis que proviene de la sugestión y la hipnosis, constituyó un dispositivo que es su reverso. Pero la peste, como la llamó Freud en su viaje a América, constituyó sus propios anticuerpos, una impostura psicoanalítica con la que se tiene que ver Lacan en su práctica y enseñanza. El psicoanálisis que debió abandonar la sugestión, creó su propio Golem, las psicoterapias, que tomaron el semblante y los significantes amo del psicoanálisis, para retrotraer el psicoanálisis al campo de la sugestión. Hay una notable diferencia entre las disciplinas en las que se formó Freud y las psicoterapias que se constituyen en simulacro de psicoanálisis. Es claro que en una época donde el discurso de la ciencia arrasó con el sentido, sostenido en los ideales, donde no es acorde al discurso actual, el soñar de principio del siglo XX, sino el dormir químico o el insomnio, las psicoterapias intentan mediante la sugestión, proporcionar identificaciones y restablecer el sentido.
El rabino de Praga, creyendo que con la palabra recreaba la obra divina del Génesis, creó un monstruo que no pudo controlar y amenazaba con la destrucción; sabido es el desenlace.
Del psicoanálisis ha surgido un simulacro, que tomando sus ropajes con innumerables variantes que especulan con el sentido, lo apartan de lo real.
La orientación lacaniana no se orienta por la eficiencia, en una época donde el mercado ha hecho una pragmática de la creencia y del sentido, por un lado, y por otro, una eficacia de los objetos que produce la ciencia para el mercado, donde el sentido está rechazado; nuestra orientación sigue lo real del síntoma, con su envoltura formal.
Es una época de creencias que no se creen, de certezas científicas que intentan forcluir el síntoma, donde se plantea nuestra apuesta, pues es la vía del amor, en la experiencia de cada análisis, la que conduce a lo real, la que permite la asunción de la singularidad del goce que es el síntoma, con un saber hacer fuera de todo universal, pero con el cual confrontar lo hetero de lo femenino en la contingencia de cada encuentro.
Encontrarán en este nuevo número de Virtualia, la vigencia del trauma y la histeria, consideraciones sobre la formación, la identificación al síntoma, la segregación de lo femenino y el caso Anna Freud; además, cuatro trabajos publicados por la revista Mental, de la EPP, que hemos traducido, sobre psicoanálisis puro y aplicado, en el marco del trabajo actual de la AMP; también en la sección Opinión ilustrada, un artículo sobre el estilo en el ensayo argentino contemporáneo y la transcripción de la conversación de Paul Auster con el público en el Malba el 29/4/02 en Buenos Aires.