Julio 2002 • Año II
#6
Destacados

Identificar(se) al síntoma

Ana Ruth Najles

Bajar este artículo en PDF

Andrés Labaké
M de T
Acrílicos sobre tela
100x100 cm.
1998

En este artículo, A. R. Najles sostiene que la identificación que aparece como primera y fundante en Freud, definida como incorporación del padre por amor, tiene un aspecto irrealizante por su función idealizante, mientras que en Lacan, como nominación vía el sinthome se trata de una escriturareal– que produce el anudamiento borromeo, como la conclusión lógica de un psicoanálisis.

Cuando Jacques Lacan vuelve a tratar los tres tipos de identificación freudianos en sus últimos seminarios lo hace en el camino de dar cuenta de la operación por la cual el sujeto del significante suple la falta estructural de ser respecto de alguna identidad sexuada.

En ese recorrido sitúa a la nominación como el efecto de la operación de identificación, teniendo en el horizonte el real propio del psicoanálisis: no hay relación/proporción sexual que pueda escribirse. Esto quiere decir que a nivel de la referencia, falta algo que dé cuenta de la posición sexuada de cada parlêtre.

Es así como la nominación vendrá a dar cuenta del modo en que cada ser hablante se sitúa en el decir.

Voy a tomar algunas referencias de ese último tramo de la enseñanza de Lacan para intentar articularlas:

En el Seminario del 18/3/75 (RSI), formulaba:

“Yo les propongo, como clausura de esta sesión de hoy, lo siguiente: la identificación, la identificación triple tal como él [Freud] la avanza, les formulo la manera en que yo la defino. Si hay un Otro real, no está en otra parte que en el nudo mismo, y es en eso que no hay Otro del Otro. Este Otro real, háganse identificar con su Imaginario: ustedes tienen entonces la identificación de la histérica con el deseo del Otro. Esto sucede en ese punto central. Identifíquense con lo Simbólico del Otro real: ustedes tienen entonces esa identificación que he especificadopor el einziger Zug, por el rasgo unario.

Identifíquense con lo Real del Otro real: ustedes obtienen lo que he indicado con el nombre del padre; y es ahí que Freud designa lo que la identificación tiene que ver con el amor.

Y el 16/11/76, en su seminario L’insu.... planteó:

“¿Con qué se identifica uno, pues, al fin del análisis? ¿Se identificaría con su inconsciente? Eso es lo que yo no creo, porque el inconsciente sigue siendo -no digo eternamente porque no hay ninguna eternidad- el Otro. No veo que se pueda dar un sentido al inconsciente, si no es el de situarlo en este Otro portador de los significantes que tira los hilos de lo que se llama imprudentemente el sujeto - imprudentemente porque ahí se plantea la cuestión de lo que es este sujeto desde que depende tan enteramente del Otro.”

¿En qué consiste esta demarcación que es el análisis? ¿Es que eso sería, o no, identificarse, tomando sus garantías, una especie de distancia, a su síntoma?

Adelanté que el síntoma puede ser el partenaire sexual. Esto está en la línea de lo que proferí, sin hacerlos chillar, a saber que el síntoma, tomado en este sentido, es lo que se conoce, e incluso lo que se conoce mejor.

Conocer su síntoma quiere decir saber arreglárselas con, saber desembrollarlo, manipularlo (...).

Saber arreglárselas con su síntoma, ése es el fin del análisis. Hay que reconocer que esto es corto.”

Además, en su Seminario Le sinthome del 13/4/76, había afirmado: “El psicoanalista no puede concebirse de otro modo que como un síntoma”.

 

La identificación del síntoma

Podemos plantear que identificar es la operación de lectura de la letra del síntoma, operación central de la práctica analítica.

Para Lacan se trata de dar cuenta -en los años a los que nos referimos- del fin del análisis por una vía diferente a la conceptualizada por la IPA como identificación con el analista al nivel del yo, del ideal del yo o del superyo.

Es así que luego de situar -en el Seminario 11- el fin del análisis como la “diferencia máxima entre el Ideal y el objeto a” lograda por medio del deseo del analista, planteó en El reverso del psicoanálisis, a partir de la formalización del discurso analítico: a à $ , el fin

S2 // S1

como la producción de los significantes-amo del sujeto.

Es lo que podemos leer ahora como la identificación de los significantes-amo de la alienación del sujeto, entendiendo la alienación como el identificar fundamental del rasgo unario, o sea, de lo simbólico.

En el discurso analítico, entonces, el Uno que produce el sujeto es el Uno solo, como diferencia pura, donde ya no se trata de la palabra -como en el discurso del amo- sino de la escritura.

Pero he aquí que luego del recorrido de Lacan para diferenciar el ser del sujeto –vale decir, el semblante- y la existencia (del Uno) o lo real, él planteó en el año 1976 que el identificar o nombrar fundamental del fin del análisis supone una nominación que situó como identificación del síntoma propio o sinthome.

Recordemos que en este recorrido Lacan había modificado su concepción del Nombre del padre para pasar a los Nombres del padre, para situar luego la función de la nominación por el sinthome como un modo de suplir, vía el análisis, el agujero del Nombre del padre [S ()] que remite a la imposibilidad del Otro para dar cuenta de la identidad sexuada del parlêtre.

 

Al final la identificación se lee desde el nudo

De modo que podemos retomar –con Lacan– la identificación –que Freud postuló como primaria- con el padre, que tiene que ver con el amor –y previa, según Freud, a toda elección de objeto- ya que es la que en su seminario RSI Lacan definió como Nombre del padre, a partir de lo que llamó la ‘identificación con lo real del Otro real’.

Podríamos pensar entonces, que si el Otro real es el nudo borromeo mismo, se trata aquí del identificar del nudo mismo en tanto escrito (RSI, 18/3/75).

Además, podemos plantear que en RSI, Lacan anticipa por medio de esta nominación real del orden del escrito, el fin del análisis que dos años después formulará como identificación con el sinthome (L’insu...,16/11/76).

Es así que notamos que la identificación que aparece como primera y fundante en Freud -que él define como incorporación del padre por amor- tiene un aspecto irrealizante por su función idealizante, mientras que en Lacan, como nominación vía el sinthome se trata de una escritura –por lo tanto real- que produce el anudamiento borromeo, al que Lacan postula como la conclusión lógica de un psicoanálisis.

Sólo a partir de esa letra carente de sentido, y como conclusión del trayecto en el que consistió su análisis, el analizado podrá inventar una escritura, un significante nuevo, que dé lugar a la contingencia del amor.

En otros términos, podemos decir, siguiendo a J.-A. Miller (16-6-99), que el saber incorporado que se deposita en el cuerpo empuja a que el parlêtre consienta identificarse con eso que identificó como su modo de gozar, es decir, con su síntoma. Esto equivale a decir que se trata en este síntoma de aquello con lo que tendrá que arreglárselas para vivir luego del análisis (partenaire-síntoma).

Se podría postular, también, que en ese mismo movimiento se destituye al analista del lugar de sinthome que tuviera para el analizante en la cura, en tanto éste suplía con su presencia real, durante ese recorrido, la falla del anudamiento de las tres dit-mensiones que dan consistencia al parlêtre.

El Caldero Online Cuatro+Uno EntreLibros
La Red PAUSA ICdeBA IOM2
EOL Wapol FAPOL Radio Lacan