Julio 2001 • Año I
#2
Coloquio Jacques Lacan 2001 en Buenos Aires

Kryptonita: tu nombre es mujer

Marcela Antelo

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Kamarante
[Ana Casanova]
1998 - Papel sobre tela
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En la presentación de un mito de la "era del yo", el mito del hombre más fuerte que todos y su pero, su encore, hay un recorrido -no por fuera de los efectos que produce el discurso científico-, que parte de una condición y que confronta con los límites: la letra, la lectura, el síntoma.

Cada uno tiene su propia kryptonita. (Unbreakable) M. Night Shyamalan. Frailty, thy name is woman! (Hamlet, Acto I, Escena II) W. Shakespeare

Comenzar una indagación sobre lo que es más fuerte que yo, cuando se nos atribuye el sexo débil, parece ofrecer una ventaja considerable. Tomando la siempre disponible lógica fálica, la tentación primera es afirmar que Todo es más fuerte que yo. La muerte, el dolor, las exigencias del síntoma, dicen los franceses, que parecen haber gustado del tema;... el amor, el goce, vos... se supone que cualquier elemento de la sopa del lenguaje sirve para que el sentido fluya copiosamente y con él el tedio de toda enumeración. [Lacan hacía del ennui el anagrama del Unien uniano].

Escribir puede ser el modo de hacerlo callar. Lacan quiere apresar con la mano la economía del goce, y es su falta y su interés que lo conducen, encore, a construir lo real con base tres - su nudo para hacer el goce chillar -y una dicha-mansión topológica para el cuerpo, para que podamos recoger la miel de la experiencia. Lacan impone una única condición a la lectura del Seminario20, "...no aturdirse con una supuesta naturaleza anti-fálica". Partimos de una condición y de una serie de límites. Por ejemplo, esa mesa de la letra transforma la letra como tema, en un límite. Por otro lado: nadie se siente aquí que no sea, que no se crea por lo menos, fémina! -más un límite. Después está el límite de Encore como texto base para este encuentro, nuestra bibliografía, y éste es un límite especialmente desgarrador porque, darse el límite de ocho páginas para escribir sobre Encore es palpar la demostración de su inaccesibilidad, él se transforma en un escrito para no ser leído. Lacan es rotundo en su Ética: "Un límite es lo que no se puede atravesar y la única organización en la que participa es la de la inaccesibilidad del objeto." [1]

Si me atrevo a ignorar el límite bibliográfico es porque ese seminario es pareja de Encore, le partenaire symptome de Encore, pues aun allí se lamenta de no haberlo escrito.

Finalmente, nos confrontamos con el límite que Lacan impone con su propio concepto de lectura: "La condición de una lectura es evidentemente imponerse límites." [2] Un límite se escribe, es letra, litoral que hace borde y crea un lado de afuera. Podemos pensarlo como frontera donde se escribe la conjunción/disyunción de campos heterogéneos (S/R por ejemplo, a la altura del Seminario 11) o como litoral, borde ("Lituraterre") donde se agrega la dimensión de continuidad al límite intransponible. No se atraviesa de la misma manera una frontera que un borde que separa campos homogéneos como el mar y su arena. El deseo del analista puede funcionar como soporte del paso del litoral a lo literal. Del sujeto transgresor a la hormiga moebiana.

 

El mito

Me gustaría partir de un mito de la época que Lacan supo llamar de "era del yo" [3], tiempo que participa de la obsesión posmoderna por la Cosa, el mito del hombre más fuerte que todos y su pero, su encore.

Se trata de un fragmento, un mineral, que retorna desde otros tiempos y otro espacio para poner en jaque la fuerza de Superman, parodia hollywoodeana del héroe nietzscheano, creado el mismo año en que Freud escribía "La escisión del yo en el proceso de defensa". La cualidad de super proviene de ser la excepción viva de un planeta irrespirable como consecuencia del discurso de la ciencia; el nombre le es dado por una mujer. Por gracia del deseo de sus padres, el niño Kar-El es salvado de la destrucción de Krypton y junto con él -fuera del cálculo del padre, mas como efecto de estructura- se salva también la temida Kryptonita, fragmento sobreviviente. Como memoria indestructible de la destrucción, ese resto de la infancia nunca suficientemente perdida, ese bug del deseo de sus padres, es un objeto capaz de retirar la fuerza del hombre más fuerte de todos, marca de la muerte en la vida. Positividad que sólo se inscribe allí donde hubo castración, con el matema a/phi.

Como consecuencia tenemos al héroe dividido en dos, plural que se realiza en Clark Kent, fóbico periodista. Freud decía que "...en comparación con el sueño, el mito y el fantasma son paranoicos; descomponen en lugar de condensar y, por esa razón, a menudo contienen dobles"[4].

Como objeto significante, la Kryptonita posee la fuerza del aura inventada por Walter Benjamin [5] y la de la metáfora de lo extraño que Gilles Deleuze llamaba fósil radioactivo [6]. No se trata de un objeto inerte y mudo, sino revestido de semblante, suposición de ser, sustancia episódica, fruto de la sed de sentido del lector americano que reconoce en él un Super Roosevelt. El género comic, la literatura dibujada como decía Oscar Masotta apoya la proliferación de sentidos pues se escribe a varias manos, a lo largo del tiempo en que se escriba, y siempre continuará....

Hay también en Superman, sucesión de paradigmas, 6 paradigmas de los modos de goce bautizados con las substancias oro, plata, cobre, estaño, fluído, etc. Por ejemplo, en 1997 Superman tuvo su DNA alterado. En el 2001 Nicholas Cage se vestirá de efectos especiales.

Como dice Benjamín, los objetos auráticos, siempre nos ofrecen una satisfacción incompleta y sólo nos resultan aprehensibles por medio del shock, del mal encuentro. Objetos que nos hablan resistiendo a ser descifrados, como el cuerpo extraño de fabulosa imprecisión, como dijo Lacan respecto de la libido. Hay cinco tipos diferentes de Kryptonita: verde, roja, oro, azul y blanca, pero sólo las tres primeras son tóxicas, desestabilizadoras. Como sabemos, solamente la Kryptonita verde es letal para Superman. Comienza induciéndole laxitud e inercia, para finalmente darle la muerte anunciada si no es retirada inmediatamente de su presencia.

Dada nuestra política del síntoma, no puedo privarme de abundar en la descripción de los signos de los que él goza. Veamos lo que la Kryptonita roja hace con lo más fuerte de la época; ella infringe síntomas temporarios bizarros e imprevisibles, se registran por ejemplo: la escisión de Un Superman en dos mellizos, su transformación en indefenso infans de pañales o lo más kafkiano, Superman metamorfoseado en hormiga gigante. La Kryptonita dorada es menos rebuscada, simplemente lo priva para siempre de sus super-poderes. Cuando el color no es especificado, siempre se trata de la verde.

Tramada por la erosión del lenguaje, podemos leer en esta letra-Kryptonita, el enigma, el críptico, la cripta habitada que hace que la muerte le retorne desde el futuro. Kryptos -oculto, escondido- significa que el acceso a la significación se presenta no mediado por el significante, inmediato, sólo restando al Superhombre gozar de la letra, del saber real inscripto en algún lado: "... no confundan las palabras con las letras, ya que no es sino de letras que se funda lo necesario [7]".

Recordemos también el respeto de Freud por las piedras: "Saxa loquuntur" dice, piedras locuaces, su Gradiva y sus objetos de colección.

Palabra de lalengua de Superman, ésta letra fija un goce singular y necesario que no cesa de escribirse, constituyendo al mineral contingente surgido de la explosión en trauma que no cesa de repetirse.

Obedeciendo a una lógica implacable, construye la llamada "Fortaleza de la soledad" donde alojar su objeto. [Como todo buen americano, Superman es un individuo respetuoso de su muro]. Vale la pena recordar aquí la definición de falo como mueble del cuerpo. En ese verdadero templo del Uno, él se encierra con su bien en primer grado para gozar del desciframiento, desenterrar el pasado que lo convoca, permanecer cautivo de su fantasma. El número atómico, 36, el peso 83.30, 3d10 4s24p6, las letras de la valencia se multiplican y Superman no sosiega en cifrar y descifrar. La proximidad de lo que quiere mantener distante es su estrategia. Cito Lacan en Encore, "Ella, la soledad, en ruptura con el saber, no solamente puede escribirse, sino que además es lo que se escribe por excelencia, pues es lo que de una ruptura del ser deja huella." [8]

Esta excelencia puede ser encontrada en la escritura del británico pakistaní Hanif Kureishi, en su ultimo y feroz romance Intimidad, y en Partículas elementales de Michel Houllebecq, ambos toques de lo real por medio de la letra que feminiza -ambos registran el nombre de Lacan entre sus letras.

Por otro lado, ¿qué malabarismos refinados [9] Superman acciona para continuar a ser el amante cortés de Luisa Lane, ella quien justamente lo nombra? Cuanto más se presta él a que ella lo confunda con Dios, menos ama, menos es, y obviamente, menos sale de su fortaleza, única opción para los actos de amor, de amuro, del hombre de acero.

Más conocida todavía es su capacidad de vaciar el amor de sentido sexual por medio del modelo de amor al prójimo que nos presenta, SuperRoosevelt. Debo, con pesar, dejar los suculentos detalles del mito para otra ocasión, nada fue dicho de su desdoblamiento en Clark Kent, hombre estilo pequeño Hans como inventa J.-A.Miller en "Buen día sabiduría", ni del valor erótico de las ropas, ni del goce fálico de Luisa, la periodista, mujer del postizo.

Imagino que, inspirados por el "más fuerte que yo", la mayoría debe haber visto Unbreakable, última película del hindú de moda, M. Night Shyamalan. Haciendo un aporte a la serie inaugurada por Freud oímos decir por boca del doble frágil del yo fuerte: "Cada uno tiene su propia kryptonita"como cada uno tiene sus ratones, sus lobos, hasta su tos, para hacerse del nombre del que se carece. La letra precisa de una superficie, un soporte, un hypokeimenon, donde escribir. En el principio fué la piedra.

La letra como objeto material que inscribe sus efectos sobre otro objeto material, funde el cuerpo de acero, hace función de fetiche, de metonimia y no de metáfora.

En la realidad del inconsciente, Lacan localiza la escritura del síntoma como repetición de una letra de goce. El soporte es una sustancia que él inventa, desbaratando el binarismo de Descartes, por otro lado, padre primordial de la era del yo. El seminario 20 sella el ocaso del dos que no da cuenta ni de la diferencia sexual, ni del mind and body problem.

 

Sustancia gozante.

Ahora bien, ¿Qué hay más allá de un mito que nos sea verdaderamente accesible a la experiencia? [10] Lacan lo sabe y se sorprende con que nadie más quiera saber nada de eso: la sustancia gozante, que introducida en el Seminario 20 precisa de nuestra transgresión más una vez e ir hasta el seminario siguiente para luego significar. No haré otra cosa ahora que lo que Lacan temía: tornar comestible Aristóteles [11], apenas abordar el preciso relevo que Lacan toma para construir su sustancia gozante.

Lacan invita a leer el escrito de Aristóteles tramado por la erosión del lenguaje, y como dice el colega Andrea Schimmenti, lo hace de manera estrictamente técnica; esto es, lo lee en griego y no filtrado por la escolástica. Porque Lacan no lee Aristóteles a partir de Descartes y su res, propone situar la sustancia gozante en el concepto de Hypokeimenon y no en la Ousia, esencia que podemos reservar para el modo de goce. La sustancia es potencialidad, el modo como actualización. O hypokeimenon no existe en sí y si como soporte, como tensión/aspiración para conseguir determinada forma. Aristóteles elabora el concepto en el libro I de la Física para confrontar Parménides y el movimiento imposible. Una Usia, unión de materia y forma, sólo puede venir a ser otra cosa si un tercer término, traducido como privación (stéresis) actúa sobre ella. El hipokeimenon toma forma con la condición de privarse de Otra forma. [Sufro cuando me deforman, decía la escritura femenina de W. Gombrowicz]. Los equívocos en la traducción medieval pueden paradojalmente complicarnos la clínica de hoy. El equívoco parte de la coincidencia que el mismo Aristóteles produce en su teoría de las categorías donde ousia se dice de diferentes formas al tiempo que presentía, dice Lacan, el nudo borromeano.

Cuando encontramos la letra como sustancia gozante que apela al desciframiento debemos llevar en cuenta que es imposible que el Uno sea solo letra, sin síntoma, sin nombre, sin inconsciente, sin marca en el cuerpo. Este es el pasaje del nudo de tres de la ciencia al nudo de cuatro del psicoanálisis. El decir se escribe fallando [12].

Ontologías monovalentes y lógicas bivalentes se revelan absolutamente incapaces de describir híbridos o bífidos como la mujer y la letra. De resto, sigamos la inspiración de Lacan: sólo hablar de las mujeres cuando se tenga más de 70 años.

Lacan imaginaba el psicoanálisis como pulmón artificial en el planeta irrespirable, pulmón, para hacer lazo hasta con las piedras.

* La mesa en la que esta ponencia fue presentada fue informalmente llamada "mesa de las mujeres" en oposición a otra, de los hombres. Dos plenarias del encuentro decididas por el sexo de sus participantes.

XI Encontro Brasileiro do Campo Freudiano. "O mais forte que eu". São Paulo, julho 2001

NOTAS
* La mesa en la que esta ponencia fue presentada fue informalmente llamada "mesa de las mujeres" en oposición a otra, de los hombres. Dos plenarias del encuentro decididas por el sexo de sus participantes.

  1. Lacan, Jacques. Le séminaire, Livre 7, Paris: Seuil.
  2. Lacan, Jacques. El seminario 20, Aún. Paidós: 1981, (pág
  3. Lacan, Jacques. Escritos: "Función y campo de la palabra y el lenguaje en el inconciente", Buenos Aires: Siglo Veinte, (pág 272).
  4. Freud, Sigmund. Les premiers psychanalystes, Minutes (II)de la Societé Psy. de Vienne, Paris: Gallimard, 1978.
  5. Benjamin, Walter. Illuminations. "On some motifs in Baudelaire". New York: Shocken.Trans. Harry Zohn. [Benjamin escribió que el aura es la cualidad de un objeto que hace con que la relación con él sea como la relación con outro ser humano. Él, el objeto, parece mirarnos, como la vieja lata de sardinas de Lacan].
  6. Deleuze, Gilles. Cinema 2, The Time-Image. Minneapolis: Unversity of Minnesota Press,1989.
  7. Lacan, Jacques Sem. 21. Les noms dupes errent, inédito, "Es lo que me propongo este año: que ustedes no confundan las palabras con las letras, ya que no es sino de letras que se funda lo necesario, como lo imposible, en una articulación que es la de la lógica. Si mi manera de situar el modo es correcta, a saber, que lo que no deja de escribirse, lo necesario, es lo que necesita el encuentro de lo imposible, es decir, lo que no deja de no escribirse, lo que no puede abordarse sino por las letras (8/1/76).
  8. Lacan, J Seminario 20: (pág.145).
  9. Lacan, J Seminario 20: "Es una manera muy refinada de suplir la ausencia de relación sexual fingiendo ser nosotros los que la obstaculizamos". (pág.85).
  10. Lacan, Jacques Sem. 21 Les noms dupes errent, inédito, 21/1/76. "Si hay algo que se puede definir como un cuerpo, no es la vida...la definición misma de cuerpo es que sea una sustancia gozante, -cómo es que nunca nadie lo enunció? Es la única cosa fuera de un mito verdaderamente accesible a la experiencia".
  11. Aristotele. Aristotle in 23 Volumes. Cambridge, MA, Harvard University Press; London, William Heinemann Ltd. 1933, 1989. http://www.perseus.tufts.edu/cgi-bin/ptext?lookup=Aristot.+Met.+1041b
  12. Aramburu, Javier. Sobre Encore em El deseo del analista, Tres haches, Buenos Aires: 2000.
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