
Boquitas pintadas
Fotografía intervenida sobre tela
80x80 cm | 2000
El cuerpo entre la imagen y el misterio, entre lo imaginario y lo real, nos guía respecto a la transparencia de la imagen y la opacidad en la época que nos atraviesa.
Miller separa el misterio del cuerpo del matema, refiriéndose a Descartes y Husserl. Descartes situó las sustancias –pensante y extensa– intentando reducir la extensión a la sustancia pensante, las cosas oscuras y confusas del cuerpo están comprendidas en la geometría especulativa, el cuerpo podría ser calculable geométricamente. Husserl retorna a Descartes diferenciándose: el cuerpo es el punto cero de toda orientación, y le agrega el "mi", "mi cuerpo vivo", "mi carne", constante pulsional que vivifica el cuerpo.
Lo claro y distinto en Descartes intenta reducir el cuerpo al matema aunque las sustancias extensa y pensante, no son una. Husserl imprime al cuerpo lo vivo, Mein leib, mi carne, viviente y operante, motivado por algo que aparece indeterminado.
El problema mente-cuerpo nos conduce a pensar el cuerpo en las neurociencias y su correlato: la mente.
La filosofía analítica, signada por el estudio de la lógica, la matemática, y la filosofía del lenguaje, en su rechazo a la especulación, a la metafísica, sostiene una concepción particular del lenguaje al que se intenta extraer de todos sus embrollos, eliminar sus "incorrecciones". Un lenguaje sin equívocos, sin la barra que separa el significante del significado.
Las neurociencias se sostienen en la filosofía analítica, incorporándose a los avance de la ciencia, la técnica y sostenidas en la época por el discurso capitalista. Adviene una concepción de lo psíquico como mental y lo mental adquiere una ubicación en el cuerpo: el cerebro. El cuerpo para las neurociencias se reduce al cerebro, esto es: a su imagen hiper-nítida lograda a través de la Resonancia magnética y más…
La utopía totalitaria a la que se apunta se refiere a ubicar a través de las RSM imágenes de todas las actividades mentales y sus consabidos déficits, universalizando lo mental reducido al cerebro.
El NeuroSpin, [2] maquina destinada a sonsacar lo íntimo, representa un avance respecto de las RSM, ya que capta las imágenes de los núcleos moleculares, permitiría in vivo e in situ obtener información acerca de la fisiología cerebral. En cada sujeto el cerebro no será un cerebro particular sino universal, por ejemplo esquizofrénico, será a partir de allí "el cerebro esquizofrénico", atributo para todos los cerebros de esa clase. La idea que sostiene esta práctica es que todo lo visible es real y todo lo real visible, situado en la biología. El cuerpo, reducido: a la imagen del cerebro.
La imagen producida por una RSM del rostro humano, [3] es opuesta a la del retrato, ya que aquello que se obtiene es una imagen absolutamente anónima, despojada de lo singular del rostro, imagen muerta.
Es a propósito del retrato que nos conducimos –por la vía de un giro a través del arte– a pensar la imagen plástica, imagen que incluye lo opaco e invisible de la mirada, donde aún el interior del cuerpo está recreado y cuestiona la transparencia supuesta de la imagen en la época.
Francis Bacon, [4] relata el modo en el que aparece la imagen en su pintura: "Pienso que no sabré cómo hacerlo, luego ocurre ese encuentro entre mi trabajo y la pintura, los accidentes y ya está: la pintura se hace. A veces cuando se da una feliz mezcla de accidentes y voluntad, puede ser satisfactorio, como en el laboratorio de un químico en el que pueden aparecer fenómenos inesperados". Y agrega: "Estamos viendo constantemente imágenes del cuerpo humano a través de radiografías, en una pintura de Degas una mujer se seca la espalda, si te fijas en la parte superior de la columna, verás que casi sale por completo de la piel. Degas hace que la columna parezca salir de la piel. No sé si lo hizo a propósito o no, pero el cuadro resulta más espléndido, de pronto percibes la columna además de la carne, que él sólo pintaba cubriendo los huesos. En mi caso, estas cosas reflejan, sin duda, la influencia de las radiografías".
Es en las antípodas de la pretensión neurocientífica –que se convierte en una filosofía intentando apresar un Universal que se escapa– que una escritura singular en el cuerpo da lugar a un goce opaco, con lo que el psicoanálisis opera, intentando un decir menos tonto.
Lacan inventa otra sustancia, la sustancia gozante, y nos propone pensar con los pies, ya que se trata de un goce ubicuo, ilocalizable, opaco. Goce producido por el impacto de la lengua en el cuerpo, singular y sin ley.
Anudar ese goce y saber hacer allí con él, da lugar a un cambio de signo respecto de la satisfacción como lo muestran los artistas, con la pincelada singular…
NOTAS
- Trabajo presentado en el Encuentro Americano de Psicoanálisis del Campo Freudiano, " El imperio de las imágenes", realizado en San Pablo, setiembre de 2015.
- Wacjman,G., El ojo absoluto, Manantial, Buenos Aires, 2011, pp. 27-43.
- Wacjman, G., op.cit., p. 31.
- Archimbaud, M., Francis Bacon. Entrevistas, Temas, Bs. As., 1999.