Junio 2015 • Año IV
#30
Consecuencias de la última enseñanza

El misterio del cuerpo hablante

Bernardino C. Horne

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Manolo Rodriguez
En el bosque

Introducción

Sin duda que en esta frase de Lacan del Seminario Aún[1], el estatuto de misterio llama a la indagación sobre la causa de dicho misterio; ciertamente un acontecimiento de gran envergadura. En efecto, él condensa en un punto diversos fenómenos en cuyo contexto se cruzan, por un lado la cronometría del proyecto de la naturaleza y por otro, la contingencia sin ley que reina en el campo de lo Real. J.-A. Miller, en su Curso "La Orientación Lacaniana del Campo Freudiano", retoma la cuestión desde diversas perspectivas.

Una de las perspectivas que explora J.-A. Miller es la de la reflexión filosófica, que fue la vía por la cual Lacan, llegó al "Hay Uno".


1.- Pensamiento y cuerpo están indisolublemente vinculados.

En el Cap. 3 de Piezas sueltas[2], J.-A. Miller afirma - a través de una cita de Spinoza muy hermosa, que permite un momento bello de su Curso - que en el Seminario 23, El Sinthoma[3], Lacan es Spinozista, pues en él sostiene que el pensamiento del hombre está indisolublemente vinculado al cuerpo y a lo que lo afecta.

Los tres axiomas de Spinoza que J.-A. Miller destaca[4] son: "El hombre piensa", es decir que pensar es de la naturaleza del ser humano,

"Sentimos que cierto cuerpo es afectado de muchos modos"; o sea que hay modos de pensar y que el amor, el deseo, los afectos en general, afectan el cuerpo. Esto significa que el vínculo con el cuerpo es constitutivo del humano y el pensar forma parte de su naturaleza.

El tercer punto sostiene que el cuerpo es el objeto inaugural. Agrega, y esto es muy importante, que además del vínculo con el cuerpo, está el lazo social, es decir, la relación con el otro, que sin duda es necesaria, pero es de otro orden. No es constituyente.

En su texto preparatorio para el Congreso de Rio, J.-A. Miller hace referencia a la 6ta. Meditación de Descartes. Dice que este cuerpo "yo no sólo estoy [en él] como un piloto en su navío, sino que estoy tan íntimamente unido y como mezclado con él, que es como si formásemos una sola cosa"[5].

Qué el cuerpo hablante sea un misterio, merece nuestra atención porque no es un matema. Lo que constituye un misterio, es lo que resulta del dominio de lo simbólico sobre el cuerpo. Por decirlo en términos cartesianos, el misterio es más bien el de la unión de la palabra y el cuerpo. De este hecho de experiencia, se puede decir que es del registro de lo real.


2.- Lo Simbólico penetra en lo Real. Encarnación.

¿Cómo penetra el significante?

Lacan abre el capítulo de lo Uniano en el momento en el que toma posición sobre el misterio de la unión del cuerpo y la palabra; afirma: hay goce Uno. Sustancia gozosa. Me parece posible pensar que la clave de este misterio está en la frase de su Seminario 19: "Lo que sólo existe no siendo: justamente es eso lo que está en juego, y lo que quise inaugurar hoy bajo el capítulo de lo Uniano"[6].

El instante en el que sucede el acontecimiento de cuerpo que J.-A. Miller llama "encarnación", es el instante en el que el significante Uniano en su entrada contingente en el cuerpo, abre un espacio de vida humana en movimiento que toma consistencia como sustancia gozante, como la llama Lacan. Puedo imaginar la cuestión así: el significante, cayendo en el Trou, en el agujero sin fin del Toumatisme, en la nada total que llamamos muerte, toma vida haciéndose cuerpo, cuando se incorpora dejando entonces de ser significante. Recuerdo la frase de Lacan: "Lo que sólo existe no siendo". La estrategia de sobrevivencia del significante es existir como cuerpo, pagando el precio de no ser, dejando de ser lo que era: significante. Esta estrategia del significante tiene efecto pues produce la instalación de la vida humana, del goce Uno, la substancia gozante. La incorporación se realiza como resonancias y luces, momentos efímeros como el relámpago y el trueno. Más el segundo paso de esta estrategia es que en esa existencia prepara su retorno. ¡El retorno de lo Simbólico!

J.-A. Miller en el Cap.6 de Sutilezas analíticas, llamado "Singularidad"[7], propone que el misterio del encuentro del alma con el cuerpo natural se realiza en ese acontecimiento, encarnación, donde el significante crea vida humana en el cuerpo natural con la forma inédita de goce. Si hay goce hay vida humana, y goce es el modo de llamar lo real en la perspectiva clínica. La clínica del último Lacan se orienta hacia el Kern, el núcleo de lo singular de cada hablaser. En rigor, es el lugar del Sinthoma. Para el parlêtre el efecto de encuentro es instantáneo. Todo responde al acontecimiento que debe ser encarnado, que es un acontecimiento corporal - como Lacan define al Sinthoma-. Termina diciendo J.-A. Miller que el psicoanálisis confronta al analista con lo singular y como esto le es insostenible, se refugia en lo particular.

La imagen es llamada a la función de extraer, capturar lo simbólico de su condición de goce, es decir de cuerpo gozante para que retome su condición de ser significante.

Será por un instante de ver, por donde el significante vuelve a ser simbólico, asociado a la imagen, veloz, bidimensional, a la velocidad de la luz. La Imagen capta goce, dice M. Bassols[8], mutándolo. Es el instante de ver del relámpago lo que permitirá a lo simbólico volver a lo simbólico, cosa que ocultó existiendo como goce. De esta forma puede comenzar a dar sentido e interpretar la voz el trueno como la voz de un Dios terrible o una explosión de alegría.

El acontecimiento de cuerpo es un punto fijo que da nacimiento a un volcán de substancia gozante que lleva en si el Kern, la raíz del Sinthoma, la semilla de lo simbólico.

La presencia de los rastros del significante en el goce opaco del Sinthoma producirá en un primer momento la separación del goce Uno en tres formas de goce diferentes. Es lo simbólico lo que introduce la diferencia, en lo Real todo es igual.

La separación es la clave para entender el nudo insiste J.-A. Miller en Piezas sueltas[9] dice: "el nudo borromeo está hecho para desunir". Cuando la separación no se efectúa completamente quedan redondeles interpenetrados. Cuando se separan, se organizan los ejes de lo Real, de lo Simbólico y de lo Imaginario y se va tejiendo la trama íntima de cada uno como cuerdas. En algún momento las leyes del lenguaje, que funcionan como Nombre del padre, se imponen al capricho gozoso de lalengua, poniendo la metáfora en acto. Hay según Jaques-Alain Miller una metáfora del goce que, me parece, separa ese goce ilimitado, goce femenino, goce como tal, como ur, lo primero, lo primitivo del goce de lalangue, donde las resonancias no son una sino como una orquesta sinfónica antes de comenzar y cada uno afina su instrumento. Así comienza su existencia el hablaser. Los registros comienzan a trenzarse; es decir, creando caminos fijos, produciendo efectos de sentido, el imaginario detiene la trenza simbólica por medio del sentido, comenzando así el lenguaje. La metáfora parece siempre presente en las mutaciones, hace entrar el amor y el deseo.

El Sinthoma, que anuda borromeanamente los tres registros en las neurosis, tiene raíces en estos primeros cortes, nudos, fijaciones e interdicciones al curso irremediable de la satisfacción.

Esta satisfacción en el cuerpo, como núcleo íntimo, algo del orden de la identificación primordial pero que es que es otra cosa que una identificación y que dará fundamento a la posición simbólica que ocupará ese hablaser en el mundo con su discurso, su soy así. El Sinthoma, dice J.-A. Miller es lo más singular del hablaser y eso, lo íntimo, es de dentro del hablaser, no es del Otro. Por eso el final del análisis implica una identificación al Sinthoma. A sí mismo.

La velocidad de la transmisión visual atropella la temporalidad de las leyes del Lenguaje.

NOTAS

  1. Lacan, J. El Seminario, libro 20, Aún, Paidós, Buenos Aires, 1991.
  2. Miller, J.-A. "El traumatismo de lalengua", en Piezas Sueltas. Paidós, Buenos Aires, 2013, pág. 41.
  3. Lacan, J. El Seminario, libro 23, El sínthome, Paidós, Buenos Aires, 2006.
  4. Miller, J.-A. Piezas Sueltas. Paidós, Buenos Aires, 2013, págs. 42 y 43.
  5. Miller, J.-A. El inconsciente y el cuerpo hablante, Presentación del tema del X Congreso de la AMP en Río de Janeito, 2016, http://wapol.org/es/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=13&intEdicion=9&intIdiomaPublicacion=1&intArticulo=2742&intIdiomaArticulo=1
  6. Lacan, J. El Seminario, libro 19, …O Peor, Paidós, Buenos Aires, 2012, pág. 133.
  7. Miller, J.-A. "Singularidad", en Sutilezas Analíticas, Paidós, Buenos Aires, 2011, pág. 97
  8. Bassols, Miquel. El Imperio de las Imágenes y el goce del cuerpo hablante. Presentación preparatoria al 7º. ENAPOL en San Pablo 2015. http://oimperiodasimagens.com.br/es/faq-items/el-imperio-de-las-imagenes-y-el-goce-del-cuerpo-hablante-miquel-bassols/
  9. Miller, J.-A. Piezas Sueltas. Paidós, Buenos Aires, 2013, pág. 57.
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