Mayo 2011 • Año X
#22
La diferencia sexual en la experiencia analítica

El diván vertical

Jorge Chamorro

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"El pianista"
1995 - Oleo sobre lienzo - 80 x 120 cm
Eduardo Labombarda

La cama señoras y señores, saben de sobra lo que es. La usan todos los días. Tienen de ella una idea completamente cierta, común a todos nosotros. Se trata de una realidad del mundo físico. Estas palabras casi textualmente podrían haber sido dichas por Francis Ponge[1]. Salvo que el habló.....o ¿hizo hablar? al jabón. Si comparamos un jabón y una cama, la conclusión es obvia: el primero parece algo sencillo, con muy pocas resonancias, pero cuando se lo hizo hablar, escribió un libro. La cama cuando la ponemos a hablar, es multifacética ya a primera vista. De hecho se ha escrito bastante sobre la cama.

"Las cosas no hablan, se callan"es más cuando hablamos de ellas solo hacemos equivalencias"

¿Que se ha escrito sobre la cama?

La cama y el movimiento, comenzando por la cuna del bebé. "Nada es comparable al coche-cama"dice Burguess[2]. Sin embargo el destino del dormir no es evidente. El sueño, la pesadilla o inclusive el sonambulismo. "...Me acosté sobrio en una habitación de un hotel y cuando desperté estaba comiéndome un arenque en el apartamento de un desconocido que charlaba conmigo como si fuéramos amigos de toda la vida"[3].

En otro registro Groucho Marx dirá: "Considerando que un tercio de nuestra vida se consume en la cama siempre me ha parecido extraño que la vida camera de cualquier persona corriente sea un libro cerrado para los amigos y conocidos"[4].

Podemos concordar entonces con Ponge cuando afirma: "Hay gente que busca la verdad, no hace falta buscarla, se la encuentra en su cama"[5]. Es cierto que hay verdades inconfesables. Es más, podríamos afirmar que este es un rasgo de la verdad. Tambien sabemos, que cada uno hace cosas distintas con la verdad. Hay quienes no paran de decirla todo el tiempo, son por lo menos imprudentes, además algo molestos. Es cierto tambien, que algunos parecen "cosas", enmudecen, no hablan nada y callan todo. Recuerdo un sujeto que decía que hablar, deformaba lo que sentía. Por meses solo me dijo "No se, bueno, no se", seguro que no era Socrates que fue más allá con el no saber. Hasta aquí a través de la cama nos hemos visto llevados a cuestiones del saber y la verdad. Pero quedan temas aludidos que quisiera aproximar.

Jacques Lacan en el primer capitulo de su seminario Aun, habla de: la cama y el goce[6]. "Voy a suponerlos en cama, una cama de pleno empleo, una cama para dos" para afirmar que si bien el derecho no desconcoce la cama cuando habla del concubinato, al precisarlo como acostarse juntos, deja sin embargo velado "lo que se hace en esa cama: abrazarse". Pero este abrazarse no tiene destinos tan claros: veamos algunos de ellos levantando el velo de esa oscuridad que tienen las frases hechas que se repiten: "hacer el amor". Si nos ponemos serios debemos decir que es una formulación irónica. El amor nos hace ciegos, exagera la diferencia entre una mujer y otra, dirá Freud, pero Schopenhauer irá mucho más lejos para decir:

"…Tiene una influencia perturbadora sobre los más importantes negocios, que interrumpe a todas horas las ocupaciones más serias que a veces hace cometer tonterías a los más grandes ingenios, que no tiene escrúpulos en lanzar sus frivolidades a través de las negociaciones diplomáticas y de los trabajos más sabios, que tiene maña para deslizar sus dulces esquelas y sus mechoncitos de cabellos hasta en las carteras de los ministros y los manuscritos de los filósofos"[7].

Es por esto que es necesario distinguir el goce del amor. Lacan lo dirá así: "El goce del Otro del cuerpo del Otro que lo simboliza, no es signo de amor"[8]. Más allá de las oscuridades calculadas de esta frase se capta que gozar de un cuerpo no va naturalemte con hacer el amor. ¿Que querrá decir entonces hacer el amor? Cuando este nos guía y al mismo tiempo nos separa del goce de un cuerpo. Sabemos que hay sujetos que tratan a toda costa de hacer el amor y no lo logran y no me refiero a la impotencia sexual de la que a veces hay que preguntarle sus responsabilidades al amor. Sino a un sujeto que vino a decirme que tenía un problema muy angustiante de compaginación a pesar de que su secretaria se dedicada a eso. Tenía novia, a quien amaba y con la que quería tener un hijo, una amante que captaba fuertemente su sexualidad y su querida esposa que cuidaba de sus hijos y sus bienes a quien le tenía un gran cariño. Sus difíciles equilibrios, nos enseñan a decir el "amor nos hace". Es cierto que en los espejos siempre se ven las cosas invertidas. Groucho Marx tiene una interpretación sobre esto. En correspondencia a la Srta. Whipple escribirá: "La política no hace extraños compañeros de cama. Los hace el matrimonio". En esto coincide con Burgess cuando dice que la cama matrimonial debe ser grande, en la medida que debe admitir acercamiento y separaciónes, para agregar que: "Las camas separadas proclaman con excesiva insolencia la funcionalidad física del matrimonio".

Contrasta fuertemente con todo lo anterior la posición de Groucho Marx respecto de todo esto. El se autodenomina un: monocamero. Fiel a una sola cama. Podemos concederle que él si hace el amor... con su cama.

Luego de todas estas peripecias, quiero introducirme en un mundo calmo, estético, funcional, que hace de la cama un lugar de descanso y salud. Comienza en la realidad del mundo físico, al que Ponge se refería para trabajar y construir el objeto. Me refiero en particular a Mies Van der Rohe[9] y Le Corbusier[10]. Por razones obvias he elegido entre sus muebles esa especie de cama que se llama "chaise longue". Este puede tomar todas las posiciones, siendo siempre el equilibrio una función de ella misma sin intervención mecanica. Es lo que Le Corbusier[11] llama una máquina de descanso, que toma como referencia la posición del cow-boy. "El aspecto completamente nuevo y vistoso de los muebles de la Bauhaus siempre se describió como resultado del análisis funcional"[12]. Estar cómodamente sentado unido a la construcción más simple.

Por esto resulta contrastante, esta perspectiva estética y funcional con aquello de que la cama es un objeto peligroso, según lo afirma Groucho Marx, "En mi calidad de camero de toda la vida me he topado muchas veces con la observación de Mark Twain sobre los peligros de la cama. Afirmó que muere mucha más gente en la cama que en cualquier otra parte". Se nota tambien la cama hace presente la muerte. No es este un hecho puntual, ya en el mundo griego hubo una cama famosa, que lleva el nombre de su dueño Procusto. Una cama que no podríamos llamar funcional sino, "patrón de medida", una cama "ideal", una cama exigente que es la que da la medida de las cosas. Procusto que se dedicaba al robo, agregaba a su goce, el ajustar a sus victimas a la medida de su cama, les cortaba los pies si sobraban o estiraba a sus victimas si no alcanzaban el borde de la cama. Esta cama, es lo opuesto de la habitación de Otto Wagner[13]. La habitación de Otto Wagner no es bella por provenir de un arquitecto sino a pesar de ello. Dicho arquitecto ha sido su propio decorador. "Esta habitación resulta impropia para cualquier otra persona, porque no corresponde a su modo de ser". Tuve una experiencia justamente con un arquitecto.Hace muchos años, mi secretaria de aquellos tiempos un tanto procustiana, le pregunto si él era mi paciente, a lo que contesto: "yo no soy paciente de nadie señora, soy impaciente", ella insistió en su fórmula: ¿A Ud. quien lo deriva? El respondió en estilo Wagneriano a mi no me deriva nadie Sra. voy solo por el mundo. Cuando me encontré finalmente con él, cometí la torpeza de invitarlo a sentarse, por supuesto me dijo que el iba a caminar mientras hablaba. Efectivamente caminó y alrededor mío. En algunos momentos me hablaba desde atrás. Me quedó siempre la idea de la funcionalidad de un consultorio circular, pero estoy seguro que no lo sería o sería indiferente para aquel buen hombre que acercando su silla y poniendo sus rodillas entre las mías comenzó a hablarme de sus padecimientos.

Se sabe que el famoso chaise-longue se convirtió en la cama psicoanalítica llamada Diván. Una cama que tuvo una clara evolución de Procusto a Wagner. Del "pret á porter" a la cama a medida. Un diván paradójico pensado para el descanso, pero donde el analizante hace un trabajo forzado, por la presión del transcurso del tiempo, que es el tiempo necesario para dar su medida y escapar a la del Otro. Es un diván elástico, que hasta podríamos pensar en posición vertical, por si aparece un arquitecto cuya medida no es la horizontal.

....Y el psicoanalista? No tan cómodo, ha dejado la poltrona, para alojarse en una silla de acción rápida, lo que en el mundo de las armas se denomina "de un tiempo". Se sabe en el momento de concluir, hay prisa y hay que saltar, pero no por la ventana.

NOTAS

  1. Ponge, Francis: El jabón, Ed. Pretextos, España, Valencia, 1977.
  2. Burgess, Anthony: Todo sobre la cama, Ed. Seix Barral, España, Barcelona, 1982.
  3. Ibíd. pág. 22
  4. Marx, Groucho: Camas, Ed. Tusquets, España, Barcelona, 1984, pág. 31.
  5. Ponge, Francis: Tentativa oral, Ed. Alción, Argentina, Córdoba, 1995, pág. 32.
  6. Lacan, Jacques: El Seminario, libro 20, Aun, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1981.
  7. Schopenhauer, Arthur: El amor, las mujeres y la muerte, Ed. Edaf., España, Madrid.
  8. Lacan, Jacques: El Seminario, libro 20, Aun, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1981, pág. 12.
  9. Philip C. Jonson: Mies Van der Rohe, Ed. Victor Lerú, Buenos Aires, 1960.
  10. Le Corbusier: 1929-34. Editions d’Architecture , Suiza, .Zurich,1964.
  11. Le Corbusier: Precisiones, Ed. Poseidón, España, Barcelona, 1978, pág. 142.
  12. Droste, Magdalena: Bauhaus, 1919-1933, Ed. Bauhaus archive, Alemania, 1990.
  13. Loos, Adolf: Ornamento y delito, Ed. Colección Arquitectura y Crítica, Buenos Aires, 1985.
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