Primera Noche, Presentación

En esta nueva serie de Noches de la Orientación Lacaniana, el Directorio se propuso continuar a partir de lo trabajado durante 2022, Clínica Universal del delirio,[1] segunda metáfora paterna[2] y la forclusión generalizada.[3] Para estos encuentros, nos propusimos trabajar las cuatro últimas clases del curso de Jacques-Alain Miller, Todo el mundo es loco, en dirección hacia el próximo Congreso de la AMP, que se llevará a cabo a inicios de 2024, en las que explora la frase que extrajo de un escrito de Lacan titulado "¡Lacan por Vincennes!",[4] fórmula reducida que constituye la brújula de su última enseñanza y una guía hacia "nuestra ultimísima práctica",[5] verdadera "semilla"[6] que siguió a "El momento de concluir" y que "anticipa la ideología contemporánea de los seres hablantes".[7]

Las clases que tomamos en esta Noche –"El goce opaco del síntoma" y "Diversificación del Uno"‒ fueron dictadas por Miller entre dos viajes, a Quebec y a Buenos Aires, y a la vez, la Conferencia que dicta en el Teatro Coliseo reenvía a ambas clases.

Destacaré el nudo del problema: "La exclusión del sentido fue la pasión de Lacan",[8] dice Miller destacando el intento de hacer existir ese ininteligible, en sus clases posteriores al Seminario 25, mediante grafos y enunciados que presentaban "una coherencia de ab-sens".[9] Una ausencia de sentido totalmente compatible con tal coherencia […] pero la sorpresa ‒dice Miller‒ viene de que esta exclusión califique el goce del síntoma".[10]

Será a partir de esta introducción que Miller se pregunte si "el goce es goce sentido o está excluido del sentido",[11] destacando que esta es una de las preguntas centrales del psicoanálisis.

En su ponencia, Silvia Salman desplegará a partir de la fórmula "Todo el mundo es loco", la pregunta de cómo dar cuenta del rasgo diferencial de la locura de cada uno, partiendo de la segunda parte del sintagma lacaniano, es decir, delirante. En su recorrido, tomará la opacidad del síntoma, la relación opaca con la pulsión y la opacidad sexual para preguntarse finalmente si el goce opaco del síntoma solo se obtiene al final de un análisis o se puede localizar como acontecimiento de cuerpo durante el recorrido analítico.

Patricio Álvarez, en su trabajo, parte de la afirmación siguiente: es porque hay opacidad del síntoma que todo el mundo es loco, es decir, delirante. Pero ¿qué sería lo opaco? Así recorre tres opacidades, la de la letra, la opacidad del cuerpo y la de lo femenino. Verdadera investigación que recomendamos leer con detalle, en donde logra enlazar la variedad de opacidades del síntoma con el delirio.

Finalmente, Cecilia Rubinetti, centrándose en el capítulo 16 del curso, propone extraer algunas líneas de trabajo que sitúa Miller a partir de la frase condensada "Todo el mundo es loco […] es decir delirante" a partir de dos referencias. La primera es el caso del Sr. Primeau, nombrado por Lacan en la entrevista que le realiza, como una psicosis lacaniana, paciente que padecía de palabras impuestas. La segunda referencia es Joyce. Si el primer caso permite localizar "la locura de base para todo ser hablante, el parásito de lalangue", y del lado de las respuestas la imposibilidad de salirse del sentido, que siempre será delirante, Cecilia se apoyará en Joyce para pensar en una orientación que permita orientarse frente a las soluciones delirantes.

23 de mayo de 2023