Editorial
Nora Cappelletti
Elegimos este tema ‒el amor‒ para concluir la gestión entendiendo, como destaca Lacan, que lo único que hacemos en el discurso analítico es hablar de amor[1]. Pero también, para intentar una lectura a los discursos del odio que proliferan en el momento actual.
El título Ay amor! permite declinaciones con hay amor / con el Ay del dolor del amor / con la interpelación al amor / pero muy especialmente, es una apuesta analítica a la dignidad del amor.
Tres ejes articulan los textos de las tres primeras rúbricas: Fundamentos / Odio / Letras. Como en los anteriores números de nuestra gestión, La Red y Carteles están presentes en las rúbricas: Un trabajo en Red y El órgano de base de la Escuela. En el Dosier publicamos los excelentes trabajos presentados en las tres Noches del Directorio que se desarrollaron este año bajo el lema: Todo el mundo es loco. Un trabajo de Escuela inscripto en el marco del próximo Congreso de la AMP. Y cerrando el número, un bonus track.
Entonces:
1-En Fundamentos encontrarán la Conferencia que Eric Laurent dictara en noviembre de 2022, en el marco de las Jornadas Anuales de la ELP:" La salida del mundo por un saber inmundo. Lo que se sabe al final de un análisis". Laurent explora en su texto los restos del pase, lo que queda después de la experiencia de atravesamiento del fantasma y su más allá, los restos transferenciales y los restos de identificación, subrayando lo que permite ‒a pesar de los restos‒ ir más allá con el acto de decisión que da lugar al deseo del analista al final del análisis. Para esto será necesario un recorrido analítico que permita obtener el saber extraído de lo inmundo del fantasma, vía el S1 y el objeto a que permiten cavar agujeros que no son del mundo del sujeto. Las letras ‒S1 como litoral del goce‒ articulan lo que favorece la salida del mundo en el que cada uno está zambullido antes del análisis. Frente a las versiones de que al final del análisis la transferencia se reduce a cero, retoma a Lacan para subrayar que la transferencia al psicoanálisis subsiste dando lugar a un amor más digno.
-Fabián Fajnwaks nos ilumina respecto del amor esclareciendo una cita de Lacan extraída del Seminario 21 que nos resultaba enigmática: el amor como dos medio-decires que no se recubren. De recubrirse se produce la sucia mezcolanza (esa que escuchamos diariamente en el padecer amoroso de los analizantes). El autor destaca así el carácter fatal del amor en tanto división que no se puede remediar. Esto precisa que cada uno guarde su propio lugar de enunciación, su propio saber y que dicho saber entre en "conexidad" con el saber del otro: conexidad entre dos saberes irremediablemente distintos. El amor podrá advenir así, en esta perspectiva, articulado a un decir advertido de lo real de la inexistencia de la relación sexual y de la imposibilidad de escribirla.
-Nieves Soria traza un recorrido en torno al estatuto del amor en distintos momentos de la obra de Lacan para concluir con la articulación entre amor y poesía: articulación que destaca que el amor es vacío, situando la diferencia absoluta de nuestra práctica ‒alejada de la elucubración por la vía del sentido‒ y jugando su partida ‒concluye‒ en el terreno del amor de transferencia.
-A partir de un lapsus, Ludmila Malischevski traza un arco que recorre tiempos de un análisis: del amor al inconsciente y sus interpretaciones semánticas al tiempo de la "interpretación al revés", asemántica, operada por el corte, que permite reconducir al sujeto al S1 sobre el cual la neurosis se ha construido.
-Cerramos la rúbrica con un texto de Jorge Assef en el cual recorta y desarrolla dos puntos ‒que retoma de la enseñanza de Lacan‒: la invención ‒que permite alojar y propiciar los arreglos singulares que cada quien encuentra para su vida amorosa‒ y la diferencia ‒el amor como la disposición por la cual el sujeto puede soportar el punto de otredad que encuentra en el amado‒. Si el amor se asienta en el agujero de lo que no hay, no podría impulsar más que una invención, pero se trata de una invención que contempla la dimensión de "cierto fracaso" y aloja la diferencia radical del otro. Se habilita así la vía para dar lugar a un amor más digno.
2- Con la Rúbrica Lazos quisimos desplegar distintas modalidades en que el amor se articula al lazo: en la Escuela, en lo social, en el amor loco, en el erotismo y también explorar, en los tiempos de la inteligencia artificial, qué lugar para el amor y el lazo.
-Encontrarán un texto de Francesca Biagi-Chai en el que aborda el amor loco a partir de una película de Lars Von Triers y dos viñetas ‒una de su propia clínica‒: los tres recortes permiten ubicar que, si bien el amor de una mujer va más allá de los límites de la concesión que hace de sí misma al fantasma del hombre, hay un límite, el límite de la estructura. Es en la psicosis cuando se traspasa este límite. Por eso "una mujer solo encuentra a El hombre en la psicosis. Tres amores locos, y una orientación para la clínica: cernir el real en juego, identificar y reducir el goce que condensa y no interpretarlo, en tanto se trata del último escollo que el sentido no puede reabsorber. La estructura no se corrige, pero el sujeto adquiere un saber hacer con lo que reconoce como su característica.
-Andrés Romero retoma a Cortázar en Queremos tanto a Glenda para recortar un modo loco de amor que ‒en el reverso a la idolatría‒ muestra su cara de horror.
-Andrea Zelaya aborda el tema del amor en su empalme con la Escuela destacando que la clave de lectura para sostener un lazo con otro en la Escuela es por medio de un amor que esté constituido por un vacío central, siendo él mismo su causa… es un amor que hace producir ese vacío y en la Escuela. Y nombra ese amor ‒retomando a Lacan en el Seminario 7‒ como el quehacer del alfarero.
-Carlos Rossi nos interpela respecto de la relación entre amor y lazo subrayando que aproximarse a la relación entre amor y lazo implica recorrer el desfiladero de la transferencia como amor y como lazo. No resulta una mala manera de plantear y saber leer lo ineludible sintomático entre ambos términos.
-Mónica Torres toma una referencia literaria: El amante de lady Chatterley, de D. H. Lawrence, para desplegar bellamente como el erotismo permite al deseo condescender al amor.
-Adriana Fanjul se detiene en las aplicaciones tecnológicas actuales ‒las datting apps‒ que, en su intento de alcanzar el "match perfecto" ponen en el horizonte la promesa de hacer existir la relación sexual que no hay.
3-En la rúbrica Odio, Anaëlle Lebovits-Quenehen aborda la actualidad del odio planteando su clara oposición a la bestia inmunda que acecha al mundo. Y alerta: ¿cómo comprender que los odios dirigidos a todas las minorías sin distinción están en aumento hasta tal punto que pronto arrasarán la democracia si no tenemos cuidado? De eso se trata,nos dice.
-Verónica Carbone se detiene en el neologismo odioamoramiento, que Lacan acuña en el Seminario 20, y subraya que es una brújula para nuestra práctica.
-Pía Liberati retoma asimismo el mismo neologismo y lo articula con el concepto de extimidad tal como lo trabaja J.-A. Miller: el rechazo al propio goce. Su texto destaca la extimidad del odioamoramiento.
-Jésus Santiago relee el texto de Lacan "La agresividad en psicoanálisis" y extrae claves de lectura para orientarse respecto de la violencia del mundo contemporáneo.
-Como lo expresamos al inicio de la gestión, nos propusimos en cada número mantener un debate interdiscursivo respecto del tema abordado. En ese marco, cerramos la rúbrica con un texto de Ezequiel Ipar, sociólogo, quien aborda la correspondencia entre Freud y Einstein subrayando la desconfiada esperanza que Freud depositaba en el futuro: frente a las pulsiones agresivas, imposibles de suprimir y difíciles de domesticar, proponía prestar atención al trabajo de la cultura y al poder emancipador de las producciones culturales. Pero, destaca el autor, sabemos que la cultura puede también trabajar en un sentido opuesto. Tanto en la época de aquel debate como en nuestro presente, la clave del desplazamiento aparece cuando los ladrillos de las producciones culturales son utilizados para erigir, asignarle autoridad y valor social a un ideal particular: el que postula "el derecho a despreciar a los otros". Esta inversión del trabajo pacificador de la cultura nos introduce con precisión al asunto de los discursos de odio. Con esta clave avanza el texto, para analizar la forma que adquieren los discursos de odio en el mundo social contemporáneo. Y establece un anudamiento entre discursos de odio, subjetividades paranoicas y procesos sociales
3-Letras: la rúbrica comienza con un bello texto de Daniela Fernández, "El amor a la letra". Sostiene allí que el amor a la letra bien podría ser el nombre de la transferencia en la última enseñanza de Lacan. Y nos trae la viñeta de Suzanne Hommel, de su análisis con Lacan, a la que le da una relectura: frente a la intervención del analista ‒caricia en la piel‒ la analizante accede a leer la escritura que hay en el decir. Ella lee geste à peau en lugar de Gestapo. Gracias al dispositivo de caja de resonancia que el analista instaura y mantiene, la analizante aprende a leer de otro modo: letra que se inscribe en la palabra y que implica al cuerpo como huella de goce.
-La única cosa más o menos seria que puede hacerse: una carta de amor, sostiene Lacan en el Seminario 20:[2] en este número y en esta rúbrica no podían faltar dichas cartas. Pedimos a Silvana Facciuto y a Diego Villaverde que hagan una lectura de estas cosas serias. Facciuto analiza una carta que Carlos Marx envía a su esposa Jenny von Westphalen y Villaverde, una carta de Arthur Rimbaud a Paul Verlaine. Dos cartas maravillosas, dos textos enseñantes sobre "las cosas de la vida son las cosas del querer", extracto de una de las canciones que podrán escuchar en lo que hemos pensado como bonus track para este número: Paula Husni armó una playlist con canciones de amor que no dejan de remitir al título de nuestra revista: Ay Amor! Canciones recomendables para transitar de un modo más amoroso este verano. Nosotras ya las estamos disfrutando y se las recomendamos.
-Amor / odio y escritura: le preguntamos a cuatro escritoras: Ariana Harwicz, Micaela Libson, Cristina Peri Rossi y Claudia Masin acerca de las marcas que la escritura operó en ellas ‒si es que lo hizo‒ en relación al amor y al odio. Cuatro respuestas singulares, queridos lectores, que no deberían dejar de leer.
4- Un trabajo en RED: Graciela Lucci presenta a la Red de la EOL como un tejido que se constituye alrededor de un vacío central eficaz, el que permite articular la transferencia, el amor de transferencia y las dificultades que su establecimiento presenta. Su texto nos muestra lo vivo de un tejido que ya lleva 25 años de trenzado.
5- En El órgano de base de la Escuela encontrarán los textos de dos cartelizantes: Federico Pozzer y Florencia Mina. Federico aborda el tema del amor articulado al final del análisis: un nuevo amor que permite el encuentro siempre contingente sobre un fondo de imposible, luego de haber ido más allá del Nombre del Padre y la ley del significante, más allá del sentido. Florencia Mina se interroga respecto de la necesaria apuesta que debe realizar un analizante, del consentimiento que se requiere para asumir esa posición. Asentir a las "metidas de pata" y dar lugar al vacío enigmático.
6- El Dosier: Todo el mundo es loco reúne los textos presentados en las tres Noches del Directorio desarrolladas este año. El marco en que se inscribieron las mismas es el curso de J.-A. Miller Todo el mundo es loco. Gabriela Camaly las presenta ubicando los puntos nodales que se abordaron en cada una de ellas. De la primera noche presentamos los textos de Silvia Salman, Patricio Alvarez Bayón y Cecilia Rubinetti. Y una puntuación sobre la mesa a cargo de Virginia Notenson. Allí se trabajó en torno a dos clases del curso de Miller: "El goce opaco del síntoma" y "Diversificación del Uno".
La segunda noche se organizó en relación a la siguiente cita extraída del curso de Miller: "La última vez, dije que comentaría esta frase que convertí en una brújula para guiarnos en la ultimísima enseñanza de Lacan y, en consecuencia, para guiarnos también en nuestra ultimísima práctica, ya que por un efecto de retroacción no podemos elucidar la enseñanza de Lacan sin ordenarla a partir de su última meta, por lo menos los que estamos al tanto de la misma. [...]. Y en este 'todo el mundo es loco, es decir, es delirante', yo escucho la nota fundamental".[3] Marina Recalde, Claudio Godoy y Gabriela Cuomo respondieron al convite. En la tercera noche, Nicolás Bousoño, Esteban Klainer y Graciela Brodsky trabajaron en torno a esta cita del curso de Miller: "Aquí todos los términos del discurso analítico (el fantasma, el sueño, el delirio, la locura, el síntoma) colapsan en un encierro de cada uno en su mundo, y en la imposibilidad de un mundo en común. Todo el mundo está en su mundo, es decir, en aquello que su síntoma fomenta, con esto nos las arreglamos como podemos para entendernos e intentamos caminar juntos".[4] Presentamos también la puntuación de Alejandra Breglia, quien coordinó la Mesa. Es una alegría contar con los textos de las tres Noches, en tanto son un material de trabajo fundamental para orientar el rumbo hacia el Congreso 2024 de la AMP.
Me despido de la gestión agradeciendo a las Asesoras, Silvia Salman y Débora Rabinovich por la escucha atenta, por los divinos detalles, por la transmisión, por la precisión en la orientación, por la pronta y precisa respuesta a cada inquietud.
Al Consejo Editorial, Cecilia Rubinetti, Celeste Viñal y Gabriel Racki, les agradezco el ayudar a cernir el punto nodal en juego en cada tema, la plasticidad y el humor para pensar los puntos de imposible que se presentan cada vez, para precisar el saber hacer con lo posible.
A mis queridas colegas del Comité Editorial, Ana Cecilia González, Eugenia Serrano, Mónica Lax, Evangelina Fuentes, Paula Husni, Laura Petrosino, Gloria Casado y Lore Buchner, les agradezco las ideas aportadas / la disposición al trabajo / la gran creatividad / el trabajo de investigación en cada tema / el favorecer los debates / el saber hacer con las diferencias / la plasticidad para asumir tareas más allá del interés propio de cada una, tareas necesarias para poder efectivizar el enorme trabajo que implica armar una revista y que se publique.
Quiero resaltar y agradecer el trabajo de los corresponsales de las secciones: María Marciani (Rosario), Álvaro Stella (Córdoba), Belén Zubillaga (La Plata), Martín Bertea (Mendoza), Mariano Pauloni (Santa Fe), trabajo que permitió que en cada número de Virtualia estuvieran presentes las secciones, a través del aporte de colegas que pertenecen a las mismas, y posibilitó asimismo la difusión de la revista en cada una de las Secciones de la EOL. Un agradecimiento enorme por ello.
También quiero agradecer a las corresponsales de las Escuelas de la AMP: Paola Salinas (EBP), Paola Cornú (NEL), Emilia Cece (SLP), Karina Tenembaun (NLS) y, muy especialmente, a Carolina Koretzky (ECF) y Ruth Pinkasz (ELP) por la disposición permanente, por la pronta respuesta a cada nueva inquietud, por favorecer y facilitar la presencia de colegas de sus respectivas Escuelas en nuestra revista.
Un agradecimiento muy especial a cada uno de los autores que aceptaron la invitación a la escritura. Y a la directora responsable, Gabriela Camaly, por el acompañamiento permanente. Asimismo, al Consejo y al Directorio de la EOL por la confianza depositada.
Y gracias a ustedes, queridos lectores, por estar ahí, en distintos rincones del país y del mundo, leyendo lo que cada vez pensamos y armamos para que el psicoanálisis siga siendo un faro para orientarse en la oscuridad.
Un abrazo,
Nora Cappelletti
NOTAS
- Lacan, J., (1972-1973) El Seminario, Libro 20, Aun, Buenos Aires, Paidós, 1999, p. 101.
- Ibíd., p. 102.
- Miller, J.-A., Todo el mundo es loco, Paidós, Buenos Aires, 2023, pp. 315-317.
- Ibíd., p. 342.