El movimiento psi y el psicoanálisis en Brasil

En el contexto de la Enmienda Accoyer, Elisa Alvarenga presentó este texto en París durante el Forum de los Psy, que narra la historia de los intentos de reglamentación del psicoanálisis en Brasil, tanto desde la medicina como desde la psiquiatría, e incluso se refiere a la pretensiones de reglamentación provenientes de diputados de la religión evangélica.

Asimismo, la autora interroga acerca de la posición que la acción lacaniana debe tomar ante esos proyectos de reglamentación.

El texto que sigue fue presentado, por invitación del Director de la Ecole de la Cause Freudienne (ECF), en la Jornada Excepcional de la ECF Internationale Psy, que tuvo lugar en el Palais de Congrés el día 11 de enero de 2004. Esta jornada tuvo lugar al día siguiente al IV Forum des psis, histórico, que aconteció en la sala de la Mutualité, en Paris, movilizando a varios intelectuales franceses en apoyo a la lucha de los psi contra la enmienda Accoyer y el plan Cléry-Melin. La jornada del día 11 acogió algunos trabajos de psicoanalistas extranjeros, miembros de la AMP, que fueron a Paris para apoyar el movimiento de los colegas franceses. Eramos entonces 13 brasileros venidos de Brasil para la ocasión, junto a otros tantos de la AMP-America. Este texto refleja la opinión de algunos colegas brasileros con quienes pude cambiar ideas, habiendo sido designada por el Consejo de la EBP para representarla en Paris.

La Escuela Brasilera de Psicoanálisis (EBP) viene a manifestar su apoyo al movimiento psi desencadenado por Jacques-Alain Miller, a continuación de la votación de la enmienda Accoyer en la Asamblea Nacional y del plan Cléry-Melin, que concierne a la atención de los portadores de problemas mentales en Francia. Agradezco la invitación de Jean-Pierre Klotz para expresarme aquí.

Comprendo, con mis colegas de la EBP, que la situación en Francia en relación a la práctica psi en general y la del psicoanálisis en particular, no es la misma que en Brasil, pero tenemos varios puntos en común con la situación francesa y, en particular, en lo que concierne a la situación de la Salud Mental.

Como nos recuerda Romildo do Rêgo Barros, en su texto "Sobre la reglamentación de la profesión de psicoanalista en Brasil", hubo, desde los años 70, varios proyectos de ley intentando dar un estatuto legal al ejercicio del psicoanálisis. En el inicio, esas iniciativas fueron directa o indirectamente inspiradas por la IPA. Como nos recuerda Romildo do Rego Barros, eso tenía como telón de fondo una lucha entre médicos y psicólogos, los primeros reivindicando la exclusividad de la práctica psicoanalítica, los últimos buscando legitimar sus prácticas clínicas efectivas, autorizados por una ley federal de 1962 que reglamentó la profesión de psicólogo y le reservó la exclusividad de la utilización de "métodos y técnicas psicológicos".

Más tarde, médicos y psicólogos se autorizaron a practicar el psicoanálisis sustentados por las Sociedades que los formaron, empujando más lejos la frontera del psicoanálisis profano. "Antes eran los médicos contra los psicólogos, ahora serán sin duda los dos contra el resto, con la diferencia de que este resto es abierto, sin fronteras externas posibles de demarcar", nos dice Romildo.

Una vez que el significante "psicoanálisis" no pertenece a nadie, se comenzaron a proponer cursos rápidos de formación de psicoanalistas, por correspondencia, dados durante el fin de semana, análisis didácticos en 10 horas, etc.

Así, el 13 de diciembre de 2000, un diputado de religión evangélica, ligado a una Sociedad Psicoanalítica de evangélicos, propuso un Proyecto de ley reglamentando la profesión de psicoanalista, ... la fiscalización de la profesión por los Consejos de Medicina. Más recientemente, en octubre de 2003, otro diputado presenta otro proyecto de ley, ... la fiscalización por el Ministerio de Trabajo y de Empleo. Ambos proyectos delegan al Ministerio de Educación y Cultura el establecimiento de los programas de los cursos de formación y de las exigencias para tener el título de psicoanalista. Jorge Forbes les dio detalles sobre esos proyectos de ley hace poco.

Durante ese período, esas iniciativas, que no parecen ir muy lejos, tuvieron el efecto de agregar a los psi: las Sociedades Psicoanalíticas, los Consejos de Psicología y las personas encargadas de cursos de Post-graduación en Psicoanálisis pasaron a reunirse, desde junio del 2000, para discutir como enfrentar esas situaciones que, según todo indica, continuarán emergiendo. La EBP cuenta con Romildo do Rêgo Barros y Sérgio de Mattos, oficialmente designados por el Consejo, y algunos otros colegas, para representarlos en las reuniones con las otras instituciones, así como junto con los diputados que defienden nuestra causa en Brasilia, contra la reglamentación. Nos preguntamos, todavía, si no debemos establecer exigencias mínimas de formación analítica, para enfrentar iniciativas bizarras, de carácter religioso, de formación.

En lo que concierne a la psiquiatría, tenemos en Brasil psiquiatras favorables al psicoanálisis, que curiosamente están próximos a los partidarios de la reforma psiquiátrica, desde la visita de Franco Basaglia a Brasil, a fines de los años 70. Hay una proximidad entre la lucha llamada anti-manicomial y el psicoanálisis, más allá de que los idealizadores de esa lucha no reivindiquen la formación clínica en psicoanálisis. Lo que hay en común entre los psicoanalistas y los profesionales de Salud Mental incluidos en esa lucha es la división de la clínica, en las instituciones, entre todos los practicantes, sean ellos médicos, psiquiatras, psicólogos, enfermeros, asistentes sociales, terapeutas ocupacionales, etc., sin una jerarquía que coloque al médico en el lugar de la prescripción o de la validación de la práctica. Hay simultáneamente médicos, viejos y tambien jóvenes, que se rebelan contra su pérdida de poder y que quieren, hoy, reafirmar la autoridad del médico sobre los demás practicantes, así como el saber médico y el poder normativizante. Ellos están por la utilización prioritaria de tratamientos biológicos y por la normativización de los servicios, con reglas estrictas de inclusión y de exclusión. A ese respecto, Angelina Harari nos recuerda un proyecto de ley por el Acto médico, que privaría a los profesionales no médicos de hacer valer sus competencias de manera autónoma para la Salud Pública.

Es ahí que el psicoanálisis tiene su lugar en la Salud Mental y en las Instituciones, tanto en la práctica como en la transmisión. Como encargada del Curso de Introducción al Psicoanálisis en la Residencia de Psiquiatría de un Hospital del Estado, constato el interés mucho más vivo por el psicoanálisis de los practicantes de Salud Mental no médicos que de los residentes de psiquiatría, que muchas veces tienen dificultades en dividir su trabajo y sus cursos con los otros.

En lo que concierne a lo público y a lo privado, la tendencia en Brasil, hace algunos años, es la privatización de los cuidados psiquiátricos por clínicas y planes de salud gerenciados por médicos que lucran con eso, dejando una pesada carga para los servicios y hospitales públicos, que deben ocuparse de pacientes agudos en situaciones de lo más precarias.

Esas son algunas razones por las cuales la lucha de los colegas franceses es tambien nuestra. Debemos continuarla, juntos, en el mundo, por el psicoanálisis y por el psicoanálisis aplicado a la Salud Mental, lo que incluye a todos los practicantes psi. El psicoanalista, desde la posición éxtima que es la suya, no debe estar más en una posición de extra-territorialidad. La lectura, el año pasado, en la EBP, del curso de Jacques-Alain Miller Un esfuerzo de poesía, nos colocó delante de la tarea de pensar cómo, en las ciudades en que trabajamos, podemos hacer valer nuestra acción, la acción lacaniana que se trata de inventar para ir contra el esfuerzo arbitrario de reglamentación.

Qué debemos hacer? Anticiparnos, proponer algo a las autoridades, pensarnos, y no solamente esperar el próximo esfuerzo de reglamentación. Es preciso mostrar, por nuestra acción, la importancia y el lugar del psicoanálisis en el mundo que habitamos.